Barcelona

«Big Hero 6» cambia los superpoderes de Marvel por la tecnología Disney

La película de animación con la que Disney ataca este año las taquillas navideñas, “Big Hero 6”, está basada en un cómic de Marvel, pero, a diferencia de los superhéroes con superpoderes de la editorial, ésta es la historia de un adolescente que domina la tecnología.

“No es el típico héroe de Marvel, es un héroe Disney”, ha dicho hoy uno de los directores de la cinta, Don Hall, creador entre otras de “Winnie the Pooh” o “Frozen”, que, junto a su colega Chris Williams y el productor de la cinta, Roy Conli, han visitado Madrid para ofrecer una clase magistral a los alumnos de la Escuela Universitaria de Artes y Espectáculos (TAI).

“Es evidente que es una película Disney, porque la hemos hecho nosotros”, bromea Williams, para quien fue “un honor y un orgullo” que los creadores de Marvel aprobasen lo que había hecho el equipo con el material original, un cómic “olvidado” que descubrió Hall, un auténtico “friki” de los tebeos.

Se trata de un cómic japonés que Marvel ni siquiera recordaba haber publicado, pues solo salieron al mercado unas pocas ediciones.

Rodada en 3D con una tecnología innovadora cuyo principal valor es que permite dotar a cada trazo de una “sutileza” antes impensable, explica Williams, “Big Hero 6” cuenta la relación de un niño genio y sus amigos superdotados con el robot Baymax, un asistente “sanitario” inventado por su hermano, cuya única misión es cuidar de que el niño esté sano y contento.

En medio, una historia de pérdida, de amistad, de reafirmación adolescente y de recompensa de la singularidad, un mundo Disney donde no falta un malo que, al final, se redime.

El equipo, responsable entre otras de cintas de gran éxito como “Tarzán”, “Hércules” y, más recientemente, “Enredados”, “Rompe Ralph” o “Frozen. El reino del hielo”, cuenta desde hace tres años con un físico gaditano criado en Barcelona, que ya de niño quería dedicarse a la animación.

Es Valentín Amador, responsable de los dos principales personajes, Hero Hamada y el robot Baymax, que, además de blandito y gigante, “es translúcido, un detalle que sin la tecnología actual le hubiera hecho mucho menos convincente”, explica el técnico español.

Hoy, ha apuntado Hall, es viable en el cine de animación “prácticamente cualquier cosa. Como dice el propio Hero Hamada en la película, ‘el único límite es tu imaginación’”.

Aún así, explica que Disney ha querido en esta ocasión “no abrumar con información a los espectadores”, para lo cual hay que aprender a “autolimitarse”.

Este artista opina que, cuando una película gira sólo en torno al espectáculo visual, acaba siendo aburrida: “Es mejor dar un paso atrás y volver a atraer al público con la historia, ésa es la filosofía de Disney”.

Todos reconocen que la incorporación a la compañía de John Lassiter como director creativo en 2006 fue “un acierto”, según Conli, y un “privilegio”, en opinión de Hall, porque aúna cualidades como “ser realizador antes que ejecutivo” o sentir debilidad por el cine: “Antes dirigían los ejecutivos, pero John te comprende”, ha dicho Conli.

Este genio de la animación impuso un ritmo distinto a los equipos basado en “cambiar para mejorar” y en la idea de que “es mejor trabajar con gente que te diga la verdad y no lo que el jefe quiera oír y no parar hasta saber qué funciona o qué no encaja”, abunda el productor americano.

Esta sinceridad, y un completo olvido del ego para estar al servicio de la historia, han sido los últimos y mejores consejos que los magos de la animación han dado a más de un centenar de alumnos del TAI, muchos de los cuales han mostrado su interés por inaugurar, el año próximo, el primer máster de animación de la escuela.