Costa-Gavras: «La crisis da para un buen musical»
Retrata a un tiburón del sistema financiero en su nueva película, «El capital»
Todo es político en el cine de Costa-Gavras, pero la actualidad le ha acercado, irremediablemente, a los consejos de administración de los bancos. El veterano realizador aplica el microscopio para amplificar el cinismo del agresivo director de una entidad financiera, pero, sobre todo, enfoca a los que están detrás: a los inversores que buscan cuadrar el dividendo cueste lo que cueste. Charlamos con el francogriego en el pasado Festival de San Sebastián, donde la cinta compitió en sección oficial, aunque se fue de vacío.
-¿Considera que es esta una película urgente?
-Empecé antes de que la crisis aflorara. Quería hacer un filme sobre el dinero y cómo empuja al individualismo, cambia a la gente, tanto la estética como la moral. Hablé con mi guionista, me documenté... y me decidí tras leer un libro escrito por un baquero, luego encontré «El capital», una novela de Stéphane Osmont. Entonces, comenzó la crisis, pero independientemente de ella, los bancos siempre me han parecido entes opacos, y, sin embargo, son consultados permanentemente por el poder.
-Precisamente, en su filme muestra que aunque están arropados por términos complejos que les hacen parecer sofisticados, luego se comportan como un patio de vecinas, en el que priman los chivatazos y los rumores frente a hechos constatables.
-No son sofisticados, pero sí se trata de un mundo completamente secreto que no podemos entender . Durante la escritura del guión hablé con muchos banqueros y ni siquiera ellos lo comprenden todo, dominan su pequeña parcela y el contexto general se les escapa, como a nosotros.
-La crisis ha dado lugar casi a un género cinematográfico con muy buenas películas...
-El cine es hablar de los dramas humanos y este es gigantesco: Grecia, Portugal, España y mañana le puede ocurrir a Francia, que ya alcanza los tres millones de parados. La situación da para muchos dramas, pero también comedias, incluso musicales.
-¿En Francia son conscientes de esta situación o lo ven solo como un problema del Sur?
-Tiene que ver mucho con la religión. Los del Norte son mucho más pragmáticos; sin embargo la mejor poesía se da mejor en el Sur.
-¿Teme que el protagonista le resulta simpático al público y justifique su manera de actuar?
-Es un personaje muy buen educado. La escuelas económicas hacen un gran trabajo y este tipo de personas tienen una gran cultura general. Conocen el mundo perfectamente, no son vulgares gángsteres. Era necesario que no fuera un personaje solamente negativo como suele ocurrir en las películas consagradas a la mafia.
-¿Individualizar y personalizar a los causantes de la crisis es la única manera de entenderla? Porque todo se ve como una nebulosa: el mercado.
-Seguro que hay otras, pero yo he encontrado esta, que me parece que es lo que pide esta historia.