Sección patrocinada por sección patrocinada

Estreno

Crítica de 'Los colores del tiempo': Nuestro pariente Monet ★★★

Director: Cédric Klapisch. Guion: Cédric Klapisch, Santiago Amigorena. Intérpretes: Suzanne Lindon, Abraham Wapler, Vincent Macaigne y Julia Piaton. Francia, 2025. Duración: 124 minutos. Drama.

Crítica de 'Los colores del tiempo': Nuestro pariente Monet ★★★
Crítica de 'Los colores del tiempo': Nuestro pariente Monet ★★★X

Son maravillosos los títulos de crédito iniciales realizados para la película de Klapisch, en los que, frente a los inmortales cuadros de Monet vemos a los visitantes de las salas (una japonesa, o coreana, quizá, muy moderna, un hombre mayor que los observa de cerca, una chica haciendo el indio mientras posa para una campaña de moda; todos con los móviles en las manos; más que mirar los óleos, se graban a ellos mismos mirando; el hedonismo de las pantallas), para, luego, presentarnos las dos historias que marchan en paralelo a lo largo de la cinta: una, la actual, sobre una familia de más de treinta miembros que heredan una casa olvidada durante décadas que el alcalde planea dinamitar para poner encima un hipermercado; cuatro de ellos serán los elegidos para realizar el inventario; y la de Adèle Meunier, el antepasado que los une, que, con 21 años, dejó la campiña normanda para sumergirse en el París de finales del siglo XIX. Para conocer a su madre, que la abandonó.

Estamos, pues, cuando le seguimos la pista a la chica, en una ciudad en pleno auge industrial y cultural, cuando surge el Impresionismo y la fotografía, se abría paso como arte. Y, del otro lado, en el París del XXI, con lo último, o lo penúltimo, a nivel tecnológico, e, igualmente, unos personajes que, igual que la sensible Adéle, intentan buscar un sentido a sus existencias. Una elegante celebración de la memoria que, sin embargo, nos deja cierta sensación de tibieza.

Pienso, no sé el motivo, qué habría hecho Berlusconi con esa joven decimonónica y su despertar al sexual, por ende, a la vida.

Lo mejor: Su ambientación; además, se trata de una película delicada y elegante.

Lo peor: Deja en el espectador cierta sensación de tibieza, cuesta empatizar con sus personajes.