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El “Dune” de Alejandro Jodorowsky: el sueño frustrado del cineasta

La épica aventura intergaláctica que desafió los límites de la imaginación y el presupuesto en Hollywood
“Dune” de Alejandro Jodorowsky
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La Razón

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Hollywood tiene su propio cementerio de películas que nunca llegaron a rodarse, un espacio donde caben títulos como "Napoleón" de Stanley Kubrick, "Superman Lives" de Tim Burton o la secuela de "Gladiator" escrita por Nick Cave. En ese espacio hipotético es donde se encuentra "Dune" de Alejandro Jodorowsky, un proyecto que, pese a quedarse en el mundo de las ideas, ha influenciado a una generación de directores, entre los que probablemente se encuentre Denis Villeneuve, quien se dispone a estrenar la segunda parte de esta epopeya galáctica.

Durante la década de los 70, Alejandro Jodorowsky era una figura emergente dentro del mundo del cine. Había rodado "El topo" (1970) y "La montaña sagrada" (1973), películas que, pese a ser extremadamente experimentales, habían cosechado el suficiente éxito para que el productor francés Michel Seydoux depositara toda su confianza en el próximo proyecto del director chileno.

Jodorowsky lo tenía claro: quería hacer "Dune". Aunque no había leído la novela, sabía que muchos de los temas que aborda la obra de Frank Herbert resonaban con su propio imaginario. En ese momento previo a "Star Wars" de George Lucas, "Dune" era considerada por muchos como "la biblia de la ciencia ficción". Quizás ese carácter mesiánico que poseía el texto fue lo que llevó a Jodorowsky a dejarse llevar por una ambición desmedida.

En "Jodorowsky’s Dune", un documental sobre el proyecto estrenado en 2013, el director afirmaba que "quería crear un profeta para cambiar las mentes jóvenes de todo el mundo". El "Dune" de Jodorowsky sería una prueba iniciática para Paul Atreides, pero también para el propio espectador. Este viaje lisérgico estaría justificado por la presencia de la Melange, una especia que otorga capacidades cognitivas y psíquicas, incluyendo la percepción, la memoria y la capacidad de anticipar el futuro. "Yo quería hacer una película que diera a la gente que tomaba LSD en esa época las alucinaciones que la droga daba, sin las alucinaciones", explicaba Jodorowsky.
Para adaptar el texto de Herbert, Jodorowsky se encerró en un castillo con el objetivo de “ser infiel a la novela” y encontrar "el sentido espiritual de la imagen". Junto al ilustrador francés Jean Giraud, más conocido como Moebius, idearon un storyboard compuesto por 3.000 dibujos, que conformarían la película de 12 horas de duración con la que soñaba Jodorowsky.

Con el objetivo de lograr tan titánica empresa, el director chileno se rodeó de un grupo de colaboradores a los que bautizó como "guerreros espirituales". Algunos, como el director Dan O'Bannon, quien se encargaría de los efectos especiales, se mudaron a París donde Jodorowsky estaba desarrollando el proyecto. A este equipo se unieron el artista británico Chris Foss, H.R. Giger (creador del monstruo de "Alien"), y grupos de música como Pink Floyd o Magma, que se encargarían de darle sonido a cada planeta.
Entre los actores destaca la presencia del hijo del director, Brontis Jodorowsky, quien tomó clases de Karate para preparar el personaje de Paul Atreides. David Carradine interpretaría al Duque Leto, Mick Jagger sería Feyd Rautha y Orson Welles encarnaría al Barón Harkonnen. Quizás la aparición más sonada era la de Salvador Dalí como el emperador Padishah. El artista de Figueras se propuso ser “el actor mejor pagado de Hollywood” y exigió 100.000 dólares por cada hora de trabajo.

Este tipo de excentricidades fueron las que llevaron a la película a alcanzar un presupuesto de 15 millones de dólares; una cantidad que ningún estudio estaba dispuesto a asumir. Jodorowsky recopiló todo el material creado durante la preproducción para idear un libro que enviaría a todas las productoras de Hollywood. La propuesta nunca llegó a materializarse, pero durante años el libro corrió de despacho en despacho, ensalzando la leyenda de lo que podría haber sido el "Dune" de Alejandro Jodorowsky.