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Estreno

«En la mente del asesino»: Sádica precuela

Director: Rob Cohen. Guión: Mark Moss y Kerry Williamson, según la novela de James Patterson. Intérpretes: Tyler Perry, Matthew Fox, Edward Burns, Jean Reno. EE UU, 2012. Duración: 102 min. Thriller.

Un fotograma de la película
Un fotograma de la películalarazon

Tyler Perry tiene el dudoso honor de sustituir a Morgan Freeman en el papel de Alex Cross, el detective creado por James Patterson que protagonizó «El coleccionista de amantes» y «La hora de la araña». La presencia de Perry, que es toda una celebridad en América y que encarna todo lo que Spike Lee odia sobre esa negritud que degrada los gustos y los estereotipos de su oprimida raza (sic), pretende revitalizar una franquicia que, impulsada en los tiempos de «Seven», ahora se relanza con lo que parece una precuela torpe y desmañada.

A Cross le acompaña su compañero del alma, el policía impulsivo (Edward Burns, ese «has been»), que hace todas las preguntas obvias para que el espectador no iniciado en «psychothrillers» se haga una composición de lugar, se sitúe en la escena del crimen. El antagonista es un asesino implacable (Matthew Fox, quien debe de haberse sometido a una muy estricta dieta de sólo líquidos para quedarse hecho un cadáver) que gusta de provocar el viejo toma y daca con su némesis, y cuyo refinado sadismo no se cansa de publicitar. Los clichés se dan la mano y se lanzan desde un quinto piso: la intensidad emocional que demostraba «Seven», la irracional inquietud de sus secuencias climáticas y su profundidad moral yacen completamente aplastadas en el suelo.

En su primera experiencia fuera de los dominios de la comedia burda, Perry pasea a lo largo de la película su estupefacción sin saber muy bien qué es lo que debe o puede hacer con ella. No le ayudan ni unos diálogos escritos entre comillas y en cursiva ni tampoco una puesta en escena que puede recordanos a la de cualquier telefilme de sobremesa.