El Festival de San Sebastián proyecta una película "gravemente peligrosa"
"Surcos", de 1951, no estuvo exenta de roces con el régimen franquista al reflejar temas como el éxodo rural, la pobreza, el crimen organizado en torno al estraperlo y la prostitución
San Sebastián Creada:
Última actualización:
La obra maestra del cine español dirigida por José Antonio Nieves Conde, "Surcos" (1951), se pudo ver ayer, en la Tabaakalera, en una renovada versión en 4K dentro del Festival de San Sebastián (el viernes 27 se proyectará de nuevo en los cines Antiguo Berri). Clasificada en su día como “gravemente peligrosa”, la película no estuvo exenta de roces con el régimen franquista al reflejar temas como el éxodo rural, la pobreza, el crimen organizado en torno al estraperlo y la prostitución.
A pesar de las dificultades y consecuencias que acompañaron al estreno del título, éste fue nominado a la Palma de Oro en su paso por Cannes y recibió numerosos premios por el Círculo de Escritores Cinematográficos (CEC): Mejor película, Mejor actor secundario (Félix Dafauce), Mejor actriz secundaria (Marisa de Leza) y Mejor director. En la actualidad, es considerada como una de las mejores películas del audiovisual español, la cual podrá verse nuevamente en la gran pantalla después de que Donostia Zinemaldia la haya seleccionado en el marco de su programación en Klasikoak.
La incorporación de "Surcos" en dicha sección dedicada a los grandes clásicos del cine universal ha sido posible gracias a la restauración llevada a cabo por la plataforma FlixOlé y la productora Enrique Cerezo PC. Dicha rehabilitación ha consistido en el escaneo en 4K del interpositivo de 35 mm del que posteriormente se han etalonado y restaurado los planos. Debido al deteriorado estado en el que se encontraba el material, se ha desarrollado un minucioso trabajo en el que se llegaron a reconstruir fotogramas en los que se había perdido información.
La familia Pérez se ve obligada a abandonar el pueblo y emigrar a Madrid con la esperanza de mejorar sus condiciones de vida. Van a parar a una corrala del barrio de Lavapiés, donde convivirán con Engracia y su hija Pili (María Asquerino), con quienes guardan parentesco. Los recién llegados deberán ponerse a buscar trabajo cuanto antes, pero descubrirán un mundo urbano hostil, quedando sus miembros a merced del engaño, la precariedad y la delincuencia. Para sobrevivir, el padre de familia, Manolo (José Prada), hará cola en la oficina de empleo del sindicato para después emplearse como peón en una fundición de la que pronto lo echarán por su edad; sin mejor suerte, su ingenuo hijo menor (Ricardo Lucia) acabará mendigando un plato de comida por los cuarteles. Por su parte, Tonia (Marisa de Leza), se convertirá en la amante de ‘El Chamberlain’ (Félix Dafauce), un mafioso estraperlista que introducirá al hijo mayor del matrimonio, Pepe (Francisco Arenzana), en sus turbios negocios.
En torno a estos personajes, el director Nieves Conde construyó la que sería la primera película neorrealista del cine español, movimiento cinematográfico surgido en Italia tras la caída del estado fascista de Mussolini y que mostró la desgarradora realidad que se vivía en las calles del país transalpino. Junto al novelista Gonzalo Torrente Ballester, el inspirador de la historia, Eugenio Montes, y la productora y guionista Natividad Zaro, importaron el género a través de la innovadora Surcos.
Alternando escenas rodadas en interiores y exteriores reales, vistieron al elenco con las ropas de los residentes de los barrios marginales para reflejar la claustrofóbica y decadente vida de aquellas gentes. El filme rompía así con la tradición audiovisual instaurada por la dictadura en la que abundaban las comedias blancas, películas folclóricas, largometrajes históricos, militares y religiosos de cartón piedra para mostrar a una capital ahogada por el hambre y corrompida por la crueldad, el mercado negro y la prostitución.
Película de "Interés Nacional" condenada después al olvido
La valiente propuesta de Nieves Conde, militante falangista que introdujo algunos de los postulados del partido en la película para evidenciar su descontento por el franquismo, tuvo sus desavenencias con la censura. La Junta Nacional de Clasificación de Espectáculos la catalogó como “gravemente peligrosa”. A pesar de ello, pudo estrenarse después de modificarse el final propuesto. En lugar del cementerio que acaba fundido en los surcos del campo, el guion original planteaba un encuentro entre los Pérez que abandonan la ciudad y otra familia que aterriza en la ciudad con las mismas ilusiones que ellos tenían al comienzo de la película; asimismo, en su viaje de vuelta en tren, Tonia decide permanecer en la capital y salta del transporte en marcha.
Una de las personas que contribuyó a que "Surcos" llegase a las salas fue el recién nombrado Director General de Cinematografía y Teatros, José María García Escudero. Éste, crítico con el insustancial rumbo que estaba tomando el cine español, elevó el largometraje de Nieves Conde a "Interés Nacional" (destinada a aquellos proyectos que exaltaban los valores del franquismo). Las protestas en el seno de la industria y del propio régimen condujeron a la dimisión de García Escudero, y a la retirada del favor a la película.
Adelantada a su tiempo, "Surcos" fue condenada al olvido, permaneciendo como un tesoro oculto en la cinematografía del país. En su empeño por recuperar el patrimonio audiovisual español y hacerlo viajar por los principales y más prestigiosos festivales de todo el mundo, la plataforma FlixOlé ha restaurado la copia en 4K que permitirá revisitar este clásico en San Sebastián.