Crítica de cine

“Génesis”: El amor tras la inocencia

“Génesis”: El amor tras la inocencia
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Dirección y guión: Philippe Lesage. Narración: Théodore Péllerin, Noée Abita, Édouard Temblay-Genier, Pier-Luc Funk. Canadá, 2018. Duración: 130 minutos. Drama.

«No cuenten nunca nada a nadie. En el momento en que uno cuenta cualquier cosa, empieza a echar de menos a todo el mundo». Habla Holden Caulfield, el adolescente más lúcido a este lado de Manhattan, héroe insobornable de «El guardián entre el centeno». La novela de Salinger parece operar como explícito mantra de «Génesis», aunque, estructuralmente, la notable película de Philippe Lesage está inspirada en la posterior «Franny y Zooey», protagonizada por dos hermanos que sudan tinta para encontrar su lugar en el mundo. El cineasta canadiense adapta la poética salingeriana, tan cara a esa sensación de pérdida, centrando su interés en el amor no correspondido que dos réplicas de Franny y Zooey Glass experimentan en ese momento vital en que la aceptación social y el despertar a la sexualidad se transforman en razones de peso para construir la identidad. En la sensación de fracaso que impregna las historias de Guillaume y Charlotte ocupa un lugar privilegiado la imagen normativa de la masculinidad en su proceso de formación, cuando lo que se supone que ser hombre puede limitar tu visión del mundo de por vida. «Génesis» es especialmente sensible a la hora de retratar la dimensión, a la vez volátil e intensa, de la adolescencia. En el «outing» de Guillaume y la indecisa errancia de Charlotte dormitan la timidez y el desencanto de ese primer amor que el epílogo de la película, aparentemente desvinculado de su cuerpo central, despliega con un candor emocionante. Es un gesto arriesgado por parte de Lesage, porque los protagonistas de esta coda cambian, caen del cielo para mirarse por primera vez, obligándonos a contemplar sus pudorosos escarceos, esparcidos en mensajes y canciones dedicadas, como si, en efecto, fueran el origen de algo cuya inocencia Guillaume y Charlotte ya han dejado atrás, para bien y para mal.