Jessica Chastain: «¿Por qué no hacer una superheroína?»

Tiene, aunque nadie lo diría, y aunque no habla ni «papa» de castellano, ascendencia española. Vasca, de hecho, por sus abuelos. Lo cierto es que importa poco de dónde venga o a dónde vaya. De Jessica Chastain pediríamos que nos la envolvieran para llevar fuesen de donde fuesen sus raíces. La pelirroja más solicitada del cine norteamericano –con permiso de Amy Adams– pisó ayer el suelo de sus ancestros, San Sebastián, tan glamurosa como siempre, radiante y haciendo gala de simpatía y naturalidad, como si nunca hubiera estado en la lista de las 100 personas más influyentes del planeta. Corría 2012 cuando «Time Magazine» la puso al lado de Barack Obama, Rihanna, Warren Buffet, René Redzepi y Novak Djokovic. Por entonces, había estrenado ya o rodado «El árbol de la vida», de Terrence Malick, «Take Shelter» y «La noche más oscura» a las órdenes de Kathryn Bigelow. La suya es una de las carreras más sorprendentes de Hollywood. Ella lo recordaba con distancia: «Me sorpendió mucho porque fue el primer año en que yo estaba despuntando. Fue una sorpresa porque durante mucho tiempo tuve que ir a ''castings'' y fue muy difícil para mí. Lo que espero, si es que tengo algo de influencia, es inspirar a alguien para que se escriban más papeles femeninos. Tuve suerte: me llegaron guiones alucinantes. Pero hay otras actrices increíbles que no tienen esa oportunidad. ¡Quiero más papeles para ellas, quiero ir a los cines a ver a otras actrices!».

Todo empezó realmente para ella en 2011, hace sólo tres años. Tres años de no parar, de éxito, de meterse a la crítica y a Hollywood en el bolsillo. «Sin duda, me impactó que todo fuera tan rápido. ¡Pero no me molesta en absoluto!», responde entre risas. «Siempre quise ser actriz, toda mi vida. Cuando vi "Irreversible", o cuando veía las películas de Haneke o las de "Pedro", al que adoro, pensaba: "Algún día trabajaré con estos directores". Estoy feliz». Feliz y dispuesta a conocer otras ciudades y países: «Me encanta viajar. Ahora vivo en Nueva York, pero siempre tengo estas fantasías de irme a vivir a otro país y aprender otro idioma. La gran excusa sería colaborar con un director extranjero... Incluso le dije a Pedro: ''Me encantaría ir a España, vivir allí seis meses"», y lo dice con una voz que suena a indirecta. No sabemos si Almodóvar la pilló. A San Sebastián llega con «La desaparición de Eleanor Rigby», un drama de pareja que se estrenará el 3 de octubre, en el que no acaba de encontrarse/desencontrarse con James McAvoy, su marido ficticio. Ella, la Eleanor Rigby del título, es incapaz de superar una desgracia familiar y de golpe corta toda relación con él. Desaparece. Un filme que Ned Benson rodó en dos partes, la del punto de vista masculino primero y la del femenino después, pero que acabó uniendo en una única entrega, la que llega a la sección Perlas de otros Festivales con Chastain como protagonista y productora. «Ned me dijo que quería combinar las dos en una. Para mí, al principio fue difícil, para ser franca. Como espectadora, me encanta ver algo sorprendente, y no me preocupa cuánto dure. ¡Puedo ver doce horas de "Juego de tronos"en un día! Pero no quiero ser una de esas productoras que le dicen al director cómo tiene que hacer su película».

No elude el hecho de que suele estar en proyectos controvertidos. «Me encanta ir al cine y ver una película que la mitad del público ama y la otra mitad odia. Me gusta la conversación inspirada por una película, por música, por obras de arte o de teatro, por cualquier forma de expresión. Una película que no suscita diálogo para mí es un desperdicio. También que los personajes no sean sencillos, puede incluso que una parte de ellos no me produzca simpatía. Pero la vida real es así. No quiero interpretar el personaje perfecto». Y asegura, casi ansiosa: «Quiero tantas experiencias como sea posible». Televisión, teatro, cine... No le hace ascos a nada. ¿Y una superheroína? «Quizá. Tiene gracia porque hace un par de semanas dije que me gustaría ver a Scarlett en una peli protagonizada por la Viuda Negra. Me gustan las cintas de superhéroes, ¡pero a veces desearía ver a las mujeres haciendo todo eso que mola! La gente empezó a decirme: ¿tú querrías hacer una? Les dije: claro, ¿por qué no? Pero, ¿por qué no hacemos una con seis superheroínas?». Muchos fans del cómic lo suscribirían. Y asegura que en su carrera no mide el equilibrio entre el cine comercial y el independiente: «Lo único que me interesa es trabajar con un director que tenga su propio punto de vista».