Justin, un caballero de armas tomar

Castillos, caballeros, doncellas, dragones... una historia como las de antes es la que plantea «Justin y la espada de la verdad». Promete entretener y divertir con personajes frescos y un despliegue técnico equiparable a lo mejor de Hollywood; y no es presunción, lo saben de primera mano, ya que tras el proyecto, como productor y doblador de uno de los personajes principales, está Antonio Banderas. «Realmente en EE UU empiezan a preocuparse por lo que hacemos aquí y eso me gusta», confiesa el actor. Acompañado del director Manuel Sicilia, Inma Cuesta, que presta su voz a la heroína, Talía, y la cantante Angy, que interpreta el tema principal del filme, presentó la nueva cinta producida por Kandor Graphics, Timeless Films, Out of the Box y Aliwood Mediterráneo. «Hay que lanzar el mensaje de que tenemos un producto español que estamos vendiendo a nivel internacional, que se ha dado trabajo a un monton de españoles, unos 150 , y que es una alternativa directa al cine de Hollywood», asegura. La historia narra la vida de un chico, Justin, que vive amargado en un mundo en el que los caballeros han sido declarados fuera de la Ley y el poder lo ostentan los abogados con leyes absurdas. Su padre es el principal promotor de este gobierno y Justin decide buscar su propia aventura. «A lo que le he puesto mayor empeño es sobre todo al protagonista. En las películas de animación, muchas veces el secundario es más fácil de hacer, pero en este caso el que arrastra más es el personaje principal», explica Manuel Sicilia. Con el peso principal sobre los hombros del jovencito, narra una historia muy cómica y guiños quizá un poco más dedicados a los mayores que a los niños.

Antonio Banderas aseguró que «se van a encontrar con una película de aventuras con mucho humor y van a aprender bastantes cosas. Los niños quieren un filme claro donde entiendan todas las realidades que están pasando: un malo es un malo y un bueno es bueno; tantas referencias pop no las entienden porque no han vivido eso». Más de un centenar de técnicos españoles han participado durante casi cuatro años en este proyecto con la utilización de un software propio que hará las delicias con sus texturas y acabado.