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La Policía busca la heroína fatal que mató a Seymour Hoffman

El actor pudo morir por una droga adulterada
larazon

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La policía que investiga la muerte del actor Philip Seymour Hoffman ha encontrado cerca de cincuenta dosis de heroína en su apartamento neoyorquino
El agente de polícía Avelino se frotaba las manos de frío mientras vigila la puerta del apartamento de Philip Seymour Hoffman, que fue encontrado muerto el domingo a causa de una supuesta sobredosis de heroína. Estaba en su partamento del Green Village según la Polícia con una aguja clavada en el brazo. Le encontraron dos amigos el domingo poco antes del mediodía en ropa interior en el suelo del baño de su casa de la calle Behunt. Se temieron lo peor. La Policía encontró cinco papelinas vacías en una bolsa de basura, dos más debajo de la cama y una en la mesa del apartamento donde vivía el actor, que había luchado contra su adicción a las drogas en diferentes ocasiones. Incluso durante uno de los medidos pases de prensa para promocionar una de sus últimas películas le reconoció sin rodeos a un periodista que «le gustaban las drogas y el alcohol». En 2006, el hombre que encarnó a Truman Capote dio detalles de manera pública de su adicción cuando explicó que casi sucumbió ante dicho abuso después de graduarse en la Escuela de Interpretación de la Universidad de Nueva York. Pero, después, consiguió recuperarse tras someterse a un tratamiento de rehabilitación. «Era todo eso (por drogas y alcohol). Sí, era todo lo que caía en mis manos. Me gustaba todo», le explicó al reportero del programa de investigación de la cadena CBS «60 minutes».
De clínica a clínica
El año pasado, Hoffman tuvo que recluirse durante 10 días en un centro de rehabilitación. Por allí también estuvo en 2012. Según el canal sobre celebridades TMZ, número 1 en sacar los trapos sucios de los famosos, estuvo consumiendo pastillas y heroína durante una semana antes de reconocer que necesitaba ayuda. Después de todo esto, lo encontrado por los agentes de Policía hace pensar que el intérprete estaba perdiendo la batalla contra su peligrosa debilidad: los agentes hallaron asimismo una cuchara en la pila de la cocina que se cree fue utilizada para preparar la heroína que después se inyectó. Los sobres en los que estaba esta droga estaban marcados con el nombre «Ace of spades», que, según los investigadores, se dejó de vender en las calles de Brooklyn en 2008. El actor no dejó ninguna nota, lo que descartaría que lo ocurrido el domingo fuera consecuencia de un suicidio. Todos creen que su muerte fue causa de un fatal accidente.
Ayer, un día después del fallecimiento, el agente Avelino, dentro de su coche, se aseguraba de que nadie que no viviese allí entrara en el edificio. Sí lo hizo el guionista y amigo de Hoffman David Bar Catz, el que llamó el domingo a la Policía. Como ya se ha apuntado fue a su casa temiéndose lo peor. El edificio donde Hoffman vivía está a pocas calles de donde residía su novia, diseñadora de moda y madre de sus tres hijos. La compró en 2008 por 4,4 millones de dólares. Inmediatamente después de que se descubriese el cuerpo del actor, Mimi O'Donnell, su pareja, se presentó en el edificio, pero los agentes decidieron no permitirle la entrada al baño.
A pocas calles de la compañía de teatro creada por Hoffman, Labynth, en la calle Dank, apenas se escucha un ruido. Un hombre quita la nieve de la rampa con una pala mientras mira de reojo a los periodistas, les sonríe al tiempo que les decía que «preferimos no comentar nada». Sin embargo, en el interior, un joven de semblante serio explicó que «la próxima función es a finales de febrero y de momento no vamos a añadir nada más», en relación la actividad de la compañía de teatro que puso ayer en su web un sentido comunicado por la muerte del actor.
Introvertido y entregado al trabajo
Ayer todos guardaban silencio sobre el trágico final de Hoffman, aunque dio la sensación de que no les extrañó lo ocurrido. Doris Barr, de 76 años, cuyo hijo está casado con la hermana del actor, reconoció que «siempre hubo una gran preocupación por las cosas en las que estaba metido. Era una persona muy introvertida pero también estaba entregado a la interpretación, que fue su sueño durante años. Trabajó mucho para conseguir todo lo que hizo». Durante el día de ayer, fuentes policiales ofrecieron más detalles sobre lo recogido en el apartamento del actor. Tenía relajantes musculares, pastillas contra la ansiedad y varias jeringuillas, pero no se encontró ningún tipo de prescripción médica para ninguna de las sustancias. En un comunicado la familia indicó que «su muerte es una pérdida trágica y repentina. Estamos destrozados por la desaparición de nuestro querido Philp, y apreciamos el amor y el apoyo que hemos recibido de todo el mundo. Por favor, tengan a Philp en sus pensamientos y oraciones».

Fatal encuentro con droga adulterada

Aunque todavía se desconocen las causas exactas de la muerte (ayer el forense le iba a practicar la autopsia al actor), la mayoría de las hipótesis apuntan a una sobredosis de heroína que, sin embargo, podría haberse debido no tanto a la cantidad consumida por el actor sino a la potencia de la droga. Según el portal TMZ, las autoridades pertinentes están investigando un tipo de ésta que ha matado a decenas de personas en la Costa Este sólo en el mes pasado. La droga está adulterada con fentalino, una sustancia extremadamente potente que se suele prescribir para pacientes que sufren cáncer terminal. Esta cepa sería 100 veces más potente que la morfina y tendría la capacidad de destruir el sistema respiratorio. Conocida como «Theraflu», «Bud Ice» y «24K», está relacionada con cinco muertes en Long Island, 22 en Pensilvania y otras 19 en Rhode Island, todas en enero y que están investigando la Policía, que ahora también baraja que haya sido la responsable de la muerte de Hoffman.

El detalle

Los vecinos lo sabían
A muchos les extrañó ayer descubrir las dificultades que atravesaba el actor, pero no a sus vecinos, que reconocieron su tristeza por lo ocurrido, aunque todos conocían los problemas de Hoffman con las drogas, aunque esperaban que los superase. Además, admiradores, periodistas y fotográfos desafiaron la tormenta de nieve con la que se despertó Nueva York para rendir un homenaje al intérprete: flores, fotografías y notas de condolencia se depositaron en el edificio «Pickwick House»