Crítica de cine

«Paddintong 2»: La más dulce mermelada

«Paddintong 2»: La más dulce mermelada
«Paddintong 2»: La más dulce mermeladalarazon

Director: Paul King. Guión: P. King, Michael Bond, Jon Croker y Simon Farnaby. Intérpretes: Hugh Grant, Brendan Gleeson, Ben Whishaw. Francia-GB, 2017. Duración: 103 minutos.

Allá por 1994, «Stuart Little», una cinta familiar protagonizada por un ratón marisabidillo, conseguía unas más que lustrosas taquillas en medio mundo, de ahí que en 2002 volviese el roedor a la gran pantalla en un filme que francamente desmerecía muy mucho del anterior. «Paddintong 2», tras la notable primera entrega, ha corrido sin embargo mejor suerte. Dónde va a parar, porque el filme sobre la vuelta del oso inocente con sombrero rojo que a ese nombre responde resulta un filme sumamente divertido (tiene picos cómicos memorables, como las escenas en prisión, y el gran Brendan Gleeson tiene buena parte de culpa), dulce como la mejor mermelada y poseedor de una impecable factura técnica. Lo que cuenta: Paddintong ya está felizmente integrado en casa de la londinese familia Brown (y que a mí me recuerda en un algo a la de Mary Poppins, igual de ingleses y estrafalarios son) y se ha transformado en un personaje muy querido por los variopintos vecinos de Windsor Gardens. menos uno, siempre hay algún malaje suelto. Los jaleos y la acción arrancan cuando la tía Lucy de Paddintong, que vive en Australia, cumple 100 años y él tiene el regalo perfecto para ella: un maravilloso y caro libro «pop-up» sobre la capital británica. Para poder comprarlo, porque vale un pico, decide buscar trabajo. Lástima que hayan robado el precioso volumen y el protagonista, inocente como un cervatillo, sea acusado del hurto. Más aciertos: el villano-actor que interpreta un Hugh Grant antológico, de fábula y muy probablemente con un punto autoparódico; toda la parte de la fuga, primorosa; y el final, con esas carreras sobre un tren en marcha dignas de una buena «Misión: Imposible». Y quizá lo mejor: sin perder nunca su exquisito acento british, Paddintong derrocha nobleza, una ternura auténtica, sin malicia alguna, un personaje que a los adultos nos recordará cuánto y por qué amamos tanto a ese manoseado peluche de nuestra ya perdida infancia.

LO MEJOR

Aparte de un memorable Hugh Grant, esa ternura tan genuina que emana de su protagonista

LO PEOR

Que la semana próxima llegue «Coco», de Disney-Pixar, y el público «se olvide» un poco de ésta