«Ray y Liz». Padres de humo y moho
El fotógrafo Richard Billingham estrena su primera e inclasificable película que tiene como eje a los padres del propio artista
Tan inteligente y emotiva como demoledora. Así resume la revista «Culturama» la última creación del famoso director y fotógrafo Richard Billingham, «Ray y Liz», una obra que no dejará indiferente a nadie. Con los padres del protagonista, que dan nombre a la película, como foco de atención, el largometraje realiza un recorrido por la vida de Richard y la relación e impacto que tuvieron sus progenitores tanto en su vida como en la de su hermano menor, Jason. Busca capturar con la máxima precisión narrativa y formal posible, los retazos de una familia que decaía de manera progresiva.
Una carrera de éxito
Una vida determinada por factores que escapan a su control, así como rituales que rompen con cualquier tabú que impere en la sociedad periférica y proletaria de la ciudad de Birgmingham. Es la situación que refleja «Ray y Liz». A veces sorprendente, con un humor inquietante, la historia se presenta en tres episodios como una poderosa evocación de la experiencia de crecer en un piso del Black Country de Inglaterra. Pero no es la primera vez que Richard Billingham se enfrenta a la presión de un estreno. Su larga y dilatada carrera denota la experienca que tiene en el mundo del cine, aunque sea su primer filme. Nacido en Birmingham en el año 1970, Richard Billingham estudió pintura en un centro de artes de Bournville. En 1996, publicaba su primer libro fotográfico, «Ray's Laugh», en el que ya dejaba entrever su predilección por la temática familiar que le acompañaría en el futuro.Un año después recibía el Premio de Fotografía de la Deutsche Borse, concedido a los artistas y proyectos más significativos y relevantes en Europa. Así, solo tuvo que esperar un año para que la BBC2 emitiera su primer documental, «Fishtank», producido por Artangel y el cineasta Adam Curtis. Como en «Ray y Liz», Billingham se inspiró en la temática familiar para este corto. Su éxito no hacía sino arrancar de manera inicial.
Participó en la Bienal de Venecia de 2001, exposición internacional de arte y de mayor prestigio, y fue también nominado al Premio Turner ese mismo año, aunque sería su compatriota Martin Creed quien se lo llevara. Ya en 2016, Billingham estrenó el cortometraje «Ray», con la figura de su padre como eje principal. Sus trabajos hablan siempre de los suyos, de animales en zoológicos del mundo y del paisaje británico. «Ray y Liz» no es sino un paso más en la carrera de Richard Billingham, que busca volver a impresionar a su público, esta vez desde la crudeza realista de sus emociones y el poder descarnado de todas las imágenes que marcaron el devenir de su vida.