El viaje del héroe en «La sociedad de la nieve»

El éxito de "La sociedad de la nieve" (Juan Antonio Bayona) ha llegado en un momento en el que el tiempo de los superhéroes parece estar llegando a su fin, sugiriendo un cambio de rumbo en las expectativas del espectador. Los supervivientes de los Andes ya eran una leyenda en el imaginario de toda una generación, y la película de Bayona ha venido para resignificar esa idea de héroe, poniendo el foco en las víctimas y haciendo hincapié en la idea de que por un momento no hubo diferencias entre vivos y muertos, ya que todos eran uno.

Para hablar de héroes siempre se vuelve a Campbell y su "viaje del héroe". Joseph Campbell fue un mitólogo, escritor y profesor estadounidense que identificó un patrón narrativo en mitos y leyendas de diversas culturas de todo el mundo. A este periplo lo denominó "monomito" y desarrolló sus diferentes etapas en su obra titulada "El héroe de las mil caras".

(Spoilers)

"La Sociedad de la Nieve", pese a estar basada en una historia real, narra su propio "viaje del héroe" a través del personaje de Numa Turcatti (Enzo Vogrincic), quien es el último en sumarse al viaje y también el último de los fallecidos. La película desarrolla las diferentes etapas de este periplo e introduce una serie de elementos visuales y temáticos que conforman una estructura que se pliega sobre sí misma. Estos elementos se presentan de forma sutil para repetirse posteriormente, resaltando el concepto circular de cualquier historia.

Este juego de espejos, en el que las imágenes se repiten para incitar al espectador a reflexionar sobre lo vivido, se hace evidente en la presentación del "Mundo ordinario": una secuencia en la que los integrantes del equipo de rugby se toman una ducha, un momento distendido que contrasta con la secuencia final de las duchas en la que se pueden ver los cuerpos maltratados por la tragedia. La lista con los nombres de quienes están a punto de embarcar en el avión cobra un nuevo significado cuando vuelven a enumerarse algunos de esos nombres al final de la película.

"La llamada a la aventura", elemento incitador que saca al héroe de su mundo ordinario, se presenta mediante un papel que los tripulantes hacen llegar a Numa durante una misa. Esta idea del papel pasando de mano en mano se repetirá posteriormente cuando Numa acepte su destino y supere "La prueba suprema", un momento en el que el héroe muere física o metafóricamente para resurgir con el elixir.

En este caso, el joven fallece, pero "vuelve a la vida" cuando permite que sus amigos se alimenten de su cuerpo; de esta forma, sigue viviendo a través de ellos. Numa se convierte en el "elixir". Su sacrificio sirve para que Roberto Canessa (Matías Recalt) acepte su papel en la historia y emprenda la expedición junto a Nando Parrado (Agustín Pardella).

Este cambio en la actitud de Numa es lo que Campbell definiría como una "Revelación personal", una etapa en la que el héroe comprende el propósito de su viaje, y una vez más, Bayona repite dos imágenes para representar el cambio de actitud en el personaje. Cuando el grupo decide alimentarse de los cuerpos, vemos el momento desde el punto de vista de Numa, un plano en el que la figura del personaje se recorta frente a la ventanilla del avión, donde se enmarca un instante que supone un dilema para el personaje. Posteriormente vemos un plano idéntico, pero en esta ocasión, Roberto y Nando discuten sobre la decisión de realizar la expedición. En ese momento, Numa sabe cuál es su papel. Son dos imágenes casi idénticas, separadas en la estructura de la película por un arco de personaje.

La voz omnipresente de Numa cierra el relato diciendo: "Hoy mi voz suena con sus palabras", un mensaje que resuena con lo expuesto por Joseph Campbell: “Donde habíamos creído estar solos, estaremos con todo el mundo”. Todos los héroes son el mismo y, a través de la antropofagia, los supervivientes de los Andes completan "el viaje del héroe", convirtiéndose en el héroe de las mil caras.