Y, sin embargo, te quiero
Lucas Belvaux estrena «No es mi tipo», la historia de amor entre un filósofo y una peluquera en una pequeña población francesa
Lucas Belvaux estrena «No es mi tipo», la historia de amor entre un filósofo y una peluquera en una pequeña población francesa
La nueva película de Lucas Belvaux, «No es mi tipo», basada en el libro homónimo de Phillippe Vilain, tiene la misma premisa que la mayoría de filmes románticos que ocupan la cartelera, chico conoce a chica. Y como indica la norma, la relación se complica para finalmente alcanzar un acuerdo que lleve al final feliz. Es la estructura básica por la que se construyen las historias románticas en el cine, sólo hay que encontrar un gancho para que el espectador pique el anzuelo y acuda a la sala. En este caso se trata de que ella, Jennifer, es peluquera y se le presupone una concepción superficial del mundo, y él, Clément, filósofo y, por lo tanto, un supuesto intelectual con una perspectiva metafísica de la vida.
Para el director francés, hoy en día el amor no trata de «encontrar la mitad perdida de nosotros mismos», como diría Kundera, sino que responde a «modelos» creados por la ficción literaria, cinematográfica, incluso publicitaria. Según Belvaux, esto provoca que en la realidad una relación entre Jennifer y Clément sea imposible porque «la brecha cultural que existe entre ellos sería insalvable», y añade que «lo que más llamó la atención del libro fue la idea de romper con esa grieta. Él sufre una neurosis profunda, incapaz de querer a una mujer más de seis meses, y va a renunciar al amor de su vida porque no está dentro de su círculo. Finalmente, se da cuenta de que ha dejado escaparlo y desea recuperarlo».
- Peluqueras cabreadas
A quienes no gustó la novela fue a las peluqueras que «se lo tomaron mal porque la historia está narrada por el hombre y porque se sintieron despreciadas por momentos». Uno de ellos es cuando él se niega a darle un libro porque no lo entendería. Sin embargo, dice el director, lo hace «para protegerse a sí mismo y su relación con ella». Tampoco le gustó a un periodista francés que criticaba que, dice el cineasta, «Clément era una caricatura mal hecha del intelectual parisino. Pues le busqué en Google y la primera imagen que encontré era él con el mismo libro que lleva Clément y, además, vestía igual». Belvaux asegura no estar más cercano al personaje de Jennifer o Clément: «Estoy entre los dos sociológicamente. Estuve en un colegio que estaba lleno de chicas como ella, soy incapaz de leer a Kant, y, como él, escribo y vivo en la ciudad». En concreto, Jennifer ha sido quien ha definido el carácter de la película: «La novela no es una comedia romántica como el filme, ha sido su personaje el que me ha llevado hasta ahí, pero con su misma vida podría haber hecho algo muy triste porque es una mujer convencida de que sólo la pueden querer por su físico y es rubia porque se tiñe para atraer a un hombre antes de hacerse vieja».
Tarantino está equivocado
Aunque «No es mi tipo» es una comedia romántica, los anteriores trabajos de Belvaux giran en torno al mundo del crimen, como «38 testigos», «La ley del más débil» o «Rapto». Él asegura que «me planteo las mismas cuestiones cuando tengo que representar escenas de amor y de violencia, qué enseñas y por qué. Por eso para mí el cine de terror y violencia es como la pornografía». Si Tarantino ha justificado que los personajes de sus películas se diviertan con la violencia, para Belvaux «en ella intrínsecamente hay algo desagradable y no nos debe divertir». Y añade que «la violencia es un síntoma de fracaso, de dominio de uno sobre otro, y es fascista».