Circlassica, una mirada moderna al origen del circo

Ifema acoge en su carpa blanca hasta el 6 de enero esta propuesta con 50 artistas procedentes de diferentes partes del mundo.

Con la llegada de la Navidad Ifema se ha convertido en uno de los lugares donde la magia está más viva que nunca gracias a Circlassica, el viaje al corazón del circo que ha emprendido el humorista, empresario, actor y director Emilio Aragón con este espectáculo circense donde más de 50 artistas de distintas disciplinas están arrancando sonrisas hasta el próximo 6 de enero.

Instalado en la carpa blanca de Ifema, Ciclassica es un espectáculo concebido por Productores de Sonrisas, creadores del Circo de Hielo y Circo Mágico, tras el éxito conseguido con sus anteriores espectáculos navideños.

Una nueva propuesta a la que se ha sumado Aragón, quien ha creado el leit motiv y la banda sonora bajo la que realizarán su espectáculo funambulistas, trapecistas y malabaristas y harán viajar al espectador al mágico mundo de Nim y Margot.

Dos personajes basados en sus bisabuelos, Gabriel Aragón (1830-1915), más conocido como Pepino o El Gran Pepino, creador de la escuela de los payasos musicales, y Virginia Foureaux (1850-1930) «ècuyere» o acróbata ecuestre; quienes iniciaron la más famosa dinastía de payasos españoles: la Familia Aragón.

«Cuando Manu, María y Rafa –los hermanos creadores de Produciendo Sonrisas– me propusieron embarcarme con ellos en esta aventura tuve muchas dudas o, quizás, sería más adecuado decir que tuve mucho miedo. Volver a una carpa significaba revivir demasiados recuerdos y eso me asustaba a la vez que me atraía. La vida es pura ambivalencia y contradicción, lo que más miedo nos da esconde nuestros deseos y, este es el reto, atravesar mi miedo para reencontrarme con mi deseo», explica Aragón.

Y de «esta mezcla de emociones y sentimientos», añade el artista, surgió Circlássica, a modo de «particular homenaje a la gran familia del circo que hace de sus vidas un instrumento al servicio de la ilusión y la magia, para que todas las personas, mayores, jóvenes, niñas y niños podamos descubrir, cuidar y conservar nuestra esencia infantil».

Vuelta al pasado

Los 50 artistas llegados de diferentes partes del mundo que dan forma al espectáculo con música en directo han sido elegidos de entre los mejores del mundo en sus disciplinas y tienen la misión de trasladarnos con sus números al corazón del circo.

En cuanto al vestuario, los espectadores contemplarán diseños inspirados en los trajes de circo clásico, ese «traje icónico» que todos tenemos en la cabeza. Y los han fabricando usando en la confección técnicas de sastrería clásica y reproduciéndolos lo más fielmente posible para que no perdiera la esencia, pero siempre adaptándolos a los nuevos tipos de tejidos actuales, más cómodos y fáciles para trabajar. Por su parte, el atrezzo y los complementos decorativos clásicos del vestuario han sido elaborados y cuidados al detalle, tanto es así que no faltarán los galones dorados, alamares o botones vintage, complementos que en algunos casos han salido de anticuarios.

Un homenaje a los orígenes

El circo que todos conocemos hoy comenzó hace 250 años, cuando en 1768, Philip Astley, un antiguo oficial de caballería del ejército de Su Majestad la Reina de Inglaterra asombró al público con números de acrobacias ecuestres y virtuosidades del cuerpo y la comicidad. Acróbatas, bailarines, domadores, malabararistas y el payaso, que rellenaba las pausas entre las actuaciones con parodias de malabares, volteretas, bailes de cuerda e incluso trucos de equitación.

Gracias a todos ellos el circo moderno había nacido y por eso Circlassica, en el año de su 250 aniversario, quiere recordar que a lo largo de esos años el sueño de muchos artistas de circo fue el de hacer felices a los demás, desafiando a Newton y sus leyes, convirtiendo lo imposible en posible, emocionando.

Por eso en este espectáculo navideño se ha cuidado también la escenografía, que está inspirada en los antiguos chapitós de circo, predominando entre sus colores el rojo y el blanco. Y durante el transcurso de la representación el espectador descubrirá la historia del circo en imágenes proyectadas en pantallas bajo su impresionante carpa.

«Mi deseo es que Circlassica os guste, os emocione y, que cuando termine el espectáculo, sintáis que habéis podido, durante unas horas, reencontraros con vuestro niño y vuestra niña interior dejando que esa sensación os acompañe siempre, esa es la propuesta, ¡ahí es nada!», expresa Aragón.