Cocteau vuelve al paraíso

Arranca en Marbella un proyecto cultural para recuperar la figura del genio francés

Miembros del Ayuntamiento de Marbella, personalidades del mundo de la cultura y autoridades de Francia presentaron ayer las actividades que desarrollará el municipio para asociar el nombre de la ciudad a la del artista francés Jean Cocteau, uno de los principales representantes de la cultura del siglo XX y que pasó en ese rincón malagueño sus últimos años de vida, donde finalizó dos de sus principales obras: «Requiem» y «Le cordon ombilical». Entre las iniciativas destaca un aula para impulsar cursos, conciertos, un programa de publicaciones y diferentes proyectos vinculados con las artes plásticas, según indicó uno de los codirectores de la propuesta, Óscar Carrascosa. La punta de lanza será el «aula Jean Concteau», que contará con la colaboración de la Embajada de Francia en España, la Cátedra Unesco, la Fundación General de la Universidad de Málaga y la Fundación José Manuel Lara. Apoyos ya cerrados a los que se podrían sumar el Musée Jean Cocteau-Collection Séverin Wunderman y la Maison Jean Cocteau-Milly La Foret. El objetivo, según los organizadores, es crear un «centro vivo de reflexión sobre la personalidad y la obra del artista en el que se darán cita los más importantes especialistas sobre el creador francés y sus distintas épocas».

También se pondrá en marcha el ciclo «Cocteau español», un taller sobre el artista como embajador de las vanguardias, que se impartirá en los Cursos de Verano de la Universidad de Málaga, y, en agosto, el programa «Seis poetas para Cocteau».

«La iniciativa marcará un camino esplendoroso dentro del ámbito cultural de Marbella. Desde el Ayuntamiento tenemos el honor y la obligación de potenciarla. El proyecto persigue en todo momento recuperar una ciudad de la cultura exclusiva cuando éramos, durante la dictadura, un halo de luz en todos los ámbitos», indicó el alcalde de la ciudad, José Bernal.

El otro codirector, Alfredo Taján, indicó que la propuesta trata de «reposicionar al municipio en el mapa cultural». «Se trata de una personalidad que ha removido la memoria de Marbella antes de una época no demasiado clara, más especulativa que cultural», por lo que el proyecto «viene a levantar el ánimo, a levantar la mejor memoria de Marbella». Las huellas de Cocteau en la ciudad costasoleña «son muchísimas». «Fue dejando dibujos por todas partes. Estuvo social y artísticamente vinculado a Ana de Pombo y a Pepe Carleton. Estaba en espacios como La Maroma, la cafetería Marbella e iba al faro, que queremos que sea el centro cultural». En definitiva, «utilizar a Cocteau, en el buen sentido, para conseguir que Marbella esté más cerca de la Ribera Francesa y que sea un centro motor, pedagógico, didáctico y estético para el turismo y que éste no sólo vea el magnífico paisaje y el magnífico mar». A su juicio, el artista francés es «una referencia de versatilidad y tiene una gran carga simbólica de libertad. Ya lo dijo él: ‘el estilo es una moral’. Fue un hombre que vivió en la frontera, que cruzó varias veces el puente y no fue un maldito pero no dejó de serlo. Es un oxímorom con patas, el gran autor de la vanguardia sin serlo y, cuando estaba llegando, se iba. No se definía en nada».

Cocteau visitó por primera vez Marbella el 29 de mayo de 1961. Pasó largos periodos en el municipio y, según la organización del evento, tenía la intención de fijar su residencia en la ciudad. Falleció el 11 de octubre de 1963. Días antes le había pedido a una amiga que le comprara un terreno en el municipio en el que construirse una vivienda. La comparación es clara: Cocteau es a Marbella lo que Picasso a Málaga.