Las Colecciones Reales incorporan nuevas obras por 172.000 euros

Las Colecciones Reales incorporan nuevas obras, entre ellas "Boceto con Cristo coronando a Santa Teresa", de Corrado Giaquinto y un juego de aguamanil de plata de Isabel II y Francisco de Asís, ambas adquiridas por el Ministerio de Cultura, y otras dos han sido compradas por Patrimonio Nacional: un cuadro anónimo de la Virgen de Atocha del siglo XVII, y el manuscrito del XVIII "Descripción de las fuentes que se hallan en los jardines del Real Sitio de San Ildefonso" (Segovia). Para Leticia Ruiz, directora de las Colecciones Reales, se trata de "piezas con enorme relevancia desde el punto de vista histórico y artístico", ha señalado este jueves en una nota.

Con estas incorporaciones, Patrimonio Nacional "amplia su colección de maestros como Giaquinto", recupera piezas ligadas a Isabel II, así como un pedazo de historia de la Basílica de Atocha en el año de su 500 aniversario y un manuscrito que nos cuenta cómo era el Real Sitio de La Granja en el siglo XVIII, justo cuando está a punto de conmemorarse el tricentenario del Palacio Real de La Granja de San Ildefonso, advierte la directora. La inversión de la adquisición de estas cuatro piezas ha sido de 172.000 euros.

Los datos documentales apuntan a que el juego de aguamanil de Isabel II fue adquirido por Isabel II como regalo para el infante don Francisco de Borbón en 1861, con motivo de su bautismo. Por su parte, "Boceto con Cristo coronando a Santa Teresa" es un óleo sobre lienzo enmarcado firmado por Corrado Giaquinto (Molfetta, 1703-Nápoles, 1766). Se trata de uno de los escasos estudios para "soffitto" -proyecto decorativo para un techo- que existen en las colecciones públicas españolas.

Coincidiendo con el tricentenario del Palacio Real de La Granja de San Ildefonso, se ha adquirido el manuscrito titulado "Descripción general de las fuentes que se hallan en los jardines del Real Sitio de La Granja de San Ildefonso. Año 1778", que completa los fondos documentales sobre las fuentes, en el que se detalla que originariamente estaban pintadas de un tono bronce rojizo. Una mirada al camarín de la Virgen de Atocha en el siglo XVII 'La relevancia del cuadro anónimo de la Virgen de Atocha' radica en que reproduce de forma muy exacta la imagen escultórica de la Virgen de Atocha en su altar.