«Creed II»: Rocky, último asalto

Stallone dice adiós a su personaje más icónico en esta película, en el que entrena a su pupilo para vencer a sus demonios del pasado.

La vieja guardia, que tantos buenos ratos de cine nos ha hecho pasar, va diciendo adiós poco a poco. Es el caso de Robert Redford, reseñado en estas mismas páginas con su último filme como actor, «The Old Man & The Gun», y de Silvester Stallone, que si bien no se despide del cine en su totalidad sí pone el punto y final a su personaje más icónico: Rocky Balboa, el potro italoamericano que echó a correr y a boxear en 1976 y que ha tenido cinco réplicas más y dos cintas del «spin off» de «Creed». Esta segunda llega tres años después y vuelve a colocar a Rocky como entrenador de Adonis Creed.

Toda la trama tiene imbricaciones con distintos filmes de la saga. Así, Adonis es hijo de Apollo, un luchador afroamericano con el que se enfrentó Balboa en «Rocky II». Posteriormente, en la cuarta entrega de la franquicia, el púgil italiano tendrá que vérselas con Ivan Drago, un boxeador soviético que ha matado en combate a Apollo. Ahora, ambos con 30 años más encima, son entrenadores: Rocky de Adonis y Drago de su hijo Viktor. Estos lanzan desde la fría Ucrania un órdago que obligará a Adonis no solo a enfrentarse a un rival rocoso sino a los fantasmas del pasado, del padre ausente precisamente por culpa de los Drago. ¿Estará dispuesto Rocky a revivir también sus propios traumas?

«Hay mucho boxeo, por supuesto, en esta historia, pero me gusta centrarme en las historias personales», confiesa Steven Caple Jr, que en poco tiempo ha pasado de un cine independiente a productos de peso industrial como éste. El coprotagonista de la cinta, Michael B. Jordan, que a pesar de tener una larga trayectoria, ha eclosionado también en los últimos años, dentro del mundo Marvel («Black Panther») y de este «spin off» de «Creed» en el que repite.

Un trabajo emocional y físico

Ha tenido que prepararse físicamente pero también a nivel actoral, pues Adonis no solo lucha en el ring sino en la vida: para sacar adelante un futuro matrimonio y un hijo que viene en camino al tiempo que intenta mantener intacto el cinturón de campeón del mundo de peso pesado frente a las amenazas de Viktor Drago. Para Jordan, «el trabajo emocional para este personaje ya estaba hecho desde la cinta de 2015, y la buena relación con Stallone arranca de ahí, con lo cual ha sido más fácil de componer en ese aspecto. Y en cuanto a la formación física, estoy acostumbrado a mantener y cambiar mi cuerpo en los últimos papeles».

Con todo, Jordan no deja de ser un actor mientras que Viktor Drago está interpretado por un luchador de verdad, Florian Munteanu, «que es inmenso, más grande que yo y sabe de boxeo, así que había que ensayar mucho para hacer creíble la posibilidad de que yo ganara». Para Dolph Lundgren (Ivan Drago en la ficción) el encanto de las películas de boxeo sigue intacto a pesar de los cambios de las últimas décadas en las cintas de acción: «A diferencia de los filmes de superhéroes como ''Los Vengadores'', que hubieran sido imposibles hace 30 años porque no existía esa tecnología de efectos especiales, los de boxeo no han cambiado tanto: colocas a dos tipos sin camisetas en un ring, sin dobles y los pones a pelear. A la gente le gusta ese tipo de acción».

¿Tendrá recorrido la saga «Creed» tras la anunciada retirada de Stallone? Está por ver si los resultados de esta cinta y una buena historia de futuro alientan el regreso de Adonis o quizás algún otro personaje. Con todo, este «Creed II» tiene mucho de despedida de una era tras más de 40 años dando guerra en la pantalla desde aquella primera vez en que cautivó al mundo desde lo alto del Museo de Arte de Filadelfia. «Aunque Stallone aún es joven», comenta Steven Caple. A sus 72 años, el actor cree que es hora de colgar los guantes.