Sección patrocinada por sección patrocinada

Estreno

Crítica de "Mi camino interior": contra el alcohol, la naturaleza ★★★

Director: Denis Imbert. Guion: Denis Imbert y Diastème a partir de la novela de Sylvain Tesson. Intérpretes: Jean Dujardin, Jonathan Zaccaï, Joséphine Japy, Izia Higelin, Anny Duperey. Francia, 2023. Duración: 94 minutos. Drama.

Una imagen de "Mi camino interior"
Una imagen de "Mi camino interior"Imdb

Ya lo dijo Nietzsche, que a veces, no todas, tiraba a dar: «El que nos encontremos tan a gusto en plena naturaleza proviene de que ésta no tiene opinión sobre nosotros». Cierto, allí, en medio del silencio, de los árboles altivos o acostados, de las montañas soberbias y los ríos que son los únicos, que a veces, hacen sonidos mansos, nadie te dirá, por ejemplo, que debido a tu condición de imbécil redomado casi pierdes la vida tras una tremenda borrachera y una estúpida caída desde el balcón de un hotel de esos caros con la nevera llena de tentaciones con alta graduación.

Le ha sucedido a Pierre (un Jean Dujardin omnisciente y un pelín empalagoso que lleva encima de sus espaldas prácticamente todo el peso de la película), célebre escritor amante de las experiencias extremas y los viajes en solitario con una vida, ya en la ciudad, atestada de fiestas, alcohol, mujeres (sobre todo, de una) y noches que parece no querer acabar nunca porque siempre hay hueco para una copa más. Y Pierre, ese alma tan libre, tan en el fondo egoísta e independiente, después de pasar varios meses en coma profundo y temer que nunca volvería a poder andar (una cicatriz que le cruza un lado de la cara, sin embargo, será para siempre el vergonzoso recuerdo de aquel pasado), decide, de nuevo, escapar, esta vez sin petaca pero sí con un cuaderno de notas para escribir su nuevo libro.

Porque los hombres, algunos al menos, no pretenden «pasar a la Historia, sino desaparecer en la geografía», como él mismo, que decide comenzar una marcha por Francia, desde la Provenza hasta el Mont Saint Michel, a lo largo de senderos que apenas recuerda nadie y de pueblos vacíos por las regiones más ásperas y hermosas del país. La cinta, basada en hechos reales, nos transporta entre paisajes duros y casi salvajes a ese ayer etílico del autor a través de pequeños flash backs aunque las referencias personales sobre el protagonista sean relativamente pocas. Otro camino a la redención salpicado de encuentros humanos auténticos y fugaces aunque al personaje le encuentre provocar nuestra empatía. Salvo por lo del pedo descomunal.

Lo mejor:

Posee una buena fotografía que nos transporta a parajes poco conocidos de Francia

Lo peor:

Que al protagonista, este hombre «deshabitado», le cuesta provocar nuestra empatía