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Gonzalo Alonso

Crítica de ópera: Un «Pirata» para 250 años de ópera

Juan Jesús Rodríguez y Saioa Hernández estuvieron brillantes
Juan Jesús Rodríguez y Saioa Hernández estuvieron brillanteslarazon

De Bellini. Voces: J. Jesús Rodríguez, S. Hernánez, Y. Kang, P. Carballido, J. Tejera, Carmen Subrido. Orq. Sinf. de Galicia y Coro Gaos. Dir. escénica: X. M.Rabón. Dir.musical: A. Allemandi. Palacio de la Ópera de La Coruña. 15-IX-2018.

La Asociación de Amigos de la Ópera de La Coruña ha querido celebrar los 250 años de ópera en Coruña con «Il Pirata» de Bellini, apuntándose al redescubrimiento que estos meses se produce en teatros como la Scala. La obra ya se escuchó en Coruña en 1839, apenas doce años después de su estreno en la Scala. Se trata de la tercera ópera de Bellini, escrita a los 26 años. Obra con música de magnífica inspiración que logró unir las florituras vocales rossinianas y las melodías más elegiacas imponiéndose como el compositor más belcantista y llegando a admirar al mismo Wagner. La partitura cayó en el olvido para ser recuperada en 1935 por Pacetti, Gigli y Serafin. La histórica exhumación acaeció en la Scala con Callas, Corelli y Bastianini en aquel mismo año. Montserrat Caballé ha sido después la Imogene más destacada y, probablemente, la mejor en la historia. Las tesituaras de soprano y tenor son inclementísimas. Por eso ofrecerla hoy supone un enorme reto. Antonello Allemandi supo llevar los tempos con energía y vivacidad sin perjudicar la melodía y tener a la Sinfónica de Galicia en el foso es un lujo. El Coro Gaos cumplió en la muy extensa parte que posee en la obra. La escritura de Bellini está plagada de sobreagudos que no suelen ser cantados porque estas notas tampoco resultan especialmente bellas y Josep Kang, valiente especialista en papeles de este tipo como «Hugonotes» o «Guillermo Tell», se atrevió con ellos. Posee una voz atractiva y su fraseo resulta completamente inteligible. Juan Jesús Rodríguez es siempre una garantía en cualquier papel de su cuerda por su timbre de auténtico barítono y el amplio caudal que cada día está mejor administrada. Era muy esperada Saioa Hernández como Imogene tras ser conocido que inaugurará esta temporada de la Scala con Chailly. Voz con poder tanto en volumen como expresión, casi de dramática de agilidad, con tintes que en ocasiones recuerdan a Montserrat. Como ella, sufrió algo en las agilidades finales del dúo con Adele «Lo sognai ferito, esangue», con algún agudo no totalmente controlado y logró su mejor momento en la magnífica escena final. Al mejor nivel. Lleva una carrera a la antigua usanza, avanzando en teatro italianos de segunda hasta llegar al máximo templo operístico. Si triunfa con el también difícil papel de Odabella en esa «Attila» scagliera tendremos otra estrella en el firmamento lírico porque no hay voces con su entidad y con un timbre personal reconocible. La puesta en escena no entró en originalidades y aprovechó elementos de los almacenes para acompañar dignamente a la música. Es admirable el esfuerzo que realiza la asociación coruñesa para un solo día y merece todos los apoyos. Uno se pregunta si tanto esfuerzo no debería tener mayor proyección a través del Inaem.