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Estreno

Crítica de "Empieza el baile": el tango es cosa de tres ★★

Dirección y guion: Marina Seresesky. Intérpretes: Darío Grandinetti, Mercedes Morán, Jorge Marrale, Pastora Vega, Agostina Pozzi, Lautaro Zera Marcelo Xicarts. Argentina, 2023. Duración: 90 minutos. Comedia.

Un fotograma de "Empieza el baile"
Un fotograma de "Empieza el baile"Imdb

Uno de los grandes ideólogos del tango, Enrique Santos, lo definió como “un pensamiento triste que se baila”. En “Empieza el baile” más que un pensamiento, es un recuerdo; un recuerdo que se atraviesa poniendo buena cara a la tristeza, en una suerte de ‘road movie’ crepuscular, o una comedia geriátrica, en la que los dos miembros de una mítica pareja de baile se reúnen, flanqueados por el mejor amigo de ambos, para encontrarse con el hijo que nunca conocieron en persona.

Dos funerales y un solo cadáver; unos cuantos asados y provoletas a la parrilla; una próstata díscola; un club de fans de policías de pueblo; una pareja de jóvenes gamberros (en el que, sin duda, es el episodio más grotesco y forzado del filme); una pieza de Piazzola que induce a reverencias fúnebres; y las típicas batallas de los que fueron amantes nada pasajeros, famosos en los salones de baile gauchos, que dan por verdadero aquel cliché que dice que los que se pelean, se desean (o se desearon), trufan una película que se salva de la quema gracias a la profesionalidad de sus intérpretes.

Con su porte elegante y severo, Darío Grandinetti encarna al que rehízo su vida en España, al hombre de éxito que se reencuentra con su pasado para reconocer lo ciego que estuvo; Mercedes Morán se las da de Gloria Swanson doméstica, con los pies en la tierra, ácida y descreída; y Jorge Marrale es el contrapunto cómico, pero también el más sentimental, en un redoble de guion que solo resulta convincente porque lo resuelve con una nobleza triste; sí, como de tango. Por lo demás, sorprende que la película boicotee las expectativas creadas en torno a un pretexto argumental que se deshincha en un clímax sorprendentemente anticlimático, revelando lo poco que le interesa ser fiel a la lógica interna del relato.

Lo mejor:

Los tres actores protagonistas, en especial una escéptica Mercedes Morán.

Lo peor:

Salta de cliché en cliché mientras escucha tangos y rememora recuerdos.