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Crítica de "Hasta el fin del mundo": un Wéstern en clave femenina ★★★ 1/2

Dirección y guion: Viggo Mortensen. Intérpretes: Viggo Mortensen, Vicky Krieps, Solly McLeod, Danny Huston, Solly McLeod, Shane Graham. Fotografía: Marcel Zyskind. Estados Unidos, 2023. Duración: 129 minutos. Western.
Un fotograma de "Hasta el fin del mundo"
Un fotograma de "Hasta el fin del mundo"Imdb
La Razón
  • Sergi Sánchez

    Sergi Sánchez

Madrid Creada:

Última actualización:

Es hermoso que Viggo Mortensen dé un paso atrás para que su western se apoye en su personaje femenino, sin dejar que eso signifique nada más (y nada menos) que su tributo a las que esperaban el regreso del héroe. En el viejo Oeste americano, esperar era moverse de otra manera: hacer fértil una tierra seca, crear vínculos con la comunidad, criar un hijo en soledad y, sobre todo, no alimentar falsas ilusiones. Es posible que la decisión de guion más discutible de “Hasta el fin del mundo” -la súbita marcha de Holger Olsen (Mortensen) a luchar con los yanquis en la Guerra de Secesión- sea, también, la más sabia: con una modestia acorde con la serenidad de la película, el héroe lacónico se reserva un largo fuera de campo que desdibuja su peso dramático -algo que tal vez perjudique al relato en su tramo final- con el fin de sublimar la luz femenina (Vicky Krieps, siempre tan soleada como Vivienne Le Coudy) en un western que no se conforma con ser neoclásico.
En el juego con los tiempos narrativos está la otra gran apuesta de Mortensen. “Hasta el fin del mundo” se dispara hacia el pasado -que, a su vez, también recuerda- mientras avanza en el presente. Cada tiempo parece tener su propia identidad de género, como si dialogaran dos sensibilidades que encuentran un territorio común en el amor y la búsqueda de la justicia. Es obvio que, dada la estructura del filme, a Mortensen no le interesan tanto las sorpresas de guion -los tropos y arquetipos del western, sobre todo en lo que a villanos se refiere, están presentes- como rendirse a los afectos de sus protagonistas sin subrayados, con una delicadeza humilde y compleja. Se nota que Mortensen ha visto un montón de veces “Sin perdón”, y sabe que el secreto está en que solo puede parecerse a ella.
Lo mejor:
La construcción del personaje femenino, el trabajo de Vicky Krieps y la humildad del tono.
Lo peor:
Mortensen se aparta y a su personaje, desdibujado, le cuesta sobrellevar la carga dramática del tramo final.