Sección patrocinada por sección patrocinada

Estreno

Crítica de "La impaciencia del corazón": peligrosa piedad ★★

Director: Bille August. Guion: Bille August y Greg Latter, basado en la novela de Stefan Zweig. Intérpretes: Esben Smed Jensen, Clara Rosager, Lars Mikkelsen. Dinamarca, 2022. Duración: 116 minutos. Drama.

Un fotograma de "La impaciencia del corazón"
Un fotograma de "La impaciencia del corazón"Imdb

Cuando Stefan Zweig tituló su novela “La piedad peligrosa”, no podía ser más explícito. Si la piedad encubre cobardía, interés en beneficio propio, vergüenza y falsedad, deja de ser virtud para convertirse en vicio. El objeto de esa piedad no está libre de culpa, porque solo ve lo que quiere ver, y presiona para victimizarse y manipular la debilidad del otro. Así las cosas, Anton, subteniente del ejército danés de origen humilde y espíritu complaciente, se ve enredado en la tela de araña de Edith, una joven aristócrata, paralítica y acomplejada, que lo percibe como su única oportunidad amorosa.

Es una historia preciosa, en la que los conflictos de clase y la tensión entre lo que aparentamos sentir y lo que nos callamos podría haber dado pie a un melodrama arrebatado, con la amenaza de la explosión de la Primera Guerra Mundial como telón de fondo. Hablamos en condicional, imaginando, por ejemplo, qué podría haber hecho el Max Öphuls de “Carta a una desconocida”, ilustre adaptación de Zweig, con este material de partida.

Desafortunadamente, es Bille August quien está detrás de la cámara. Nadie diría que August forma parte de la élite de cineastas que ha ganado dos veces la Palma de Oro en Cannes (por “Pelle, el conquistador” y “Las mejores intenciones”) viendo el modo en que se acerca a esta historia, no solo por su recalcitrante academicismo sino por su incapacidad para superar lo mecánico de su guion, su alergia a la síntesis y el vacuo preciosismo de su puesta en escena, que neutralizan en parte la complejidad del discurso sobre el lado oscuro de la compasión de la novela de Zweig.

Lo mejor:

El análisis de la compasión humana no tanto como una virtud del alma sino como una máscara que esconde nuestras debilidades.

Lo peor:

La académica, plana, monótona dirección de Bille August.