Buscar Iniciar sesión

Crítica de "Jeanne du Barry": la condesa descalza ★★

Dirección: Maïween. Guion: Maïween, Teddy Lussi-Modeste y Nicolas Livecchi. Intérpretes: Maïween, Johnny Depp, Benjamin Lavernhe, Melvil Poupaud. Francia, 2023. Duración: 116 minutos. Drama histórico.
Un fotograma de "Jeanne du Barry"
Un fotograma de "Jeanne du Barry"Imdb
La Razón
  • Sergi Sánchez

    Sergi Sánchez

Creada:

Última actualización:

“Jeanne du Barry” nace de una paradoja: si Maïween tiene la intención de contar la historia de una mujer que sabe hacerse un hueco en un entorno hostil sin sacrificar sus principios, nunca se plantea que quizás la mejor manera de ser coherente con ese espíritu de rebeldía sea someter al cine histórico a una reinterpretación contemporánea. Tal vez porque otras mujeres cineastas -Sofia Coppola en “María Antonieta”, Marie Kreutzer en “La emperatriz rebelde”- ya lo hicieron antes que ella, Maïween se conforma con seguir a rajatabla el libro de estilo del melodrama versallesco poniendo el foco en la última amante de Luis XV, la hija ilegítima de un cocinero y una costurera que, odiada por casi toda la corte -especialmente por las hijas del monarca-, aprovecha su descaro y su confianza en sí misma como instrumentos de empoderamiento.
Si, desde un punto de vista formal, la película no ofrece mayor interés, fracasando hasta el fondo en buscar desesperadamente la química entre su pareja protagonista -la pasión narcisista de Maïween devora a un Johnny Depp próximo al autismo, más pendiente de su acento francés que de expresar emociones-, resulta más curiosa como toma de postura ante el movimiento #metoo y, por extensión, como confesión autobiográfica.
Si contratar a Depp para que encarne a Luis XV es toda una declaración de principios contra la cultura de la cancelación, no es difícil ver en la relación amorosa entre la condesa Du Barry y el monarca francés una réplica de la que tuvieron la propia Maïween y el cineasta Luc Besson cuando ella era menor, relación que sobrevivió al escrutinio de la moral pública con bastante más éxito que la de sus personajes de ficción.
Lo mejor:
Que funcione, veladamente, como una película autobiográfica.
Lo peor:
Es mucho más convencional de lo que el personaje que retrata requería.