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Crítica de "Una vida no tan simple": la cara b siempre es peor ★★★

Dirección y guion: Félix Viscarret. Intérpretes: Miki Esparbé, Álex García, Ana Polvorosa, Olaya Caldera. España, 2023. Duración: 107 minutos. Comedia dramática.
Un fotograma de "Una vida no tan simple"
Un fotograma de "Una vida no tan simple"Imdb
La Razón
  • Sergi Sánchez

    Sergi Sánchez

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Cuando, en “Una vida no tan simple”, se habla de poner la cara B de nuestra cinta favorita, Félix Viscarret ya nos está dando una pista de en qué terreno nos estamos moviendo. No solo porque la cara B de un disco representa los descartes de los grandes éxitos, ergo el declive que nos sobreviene en la crisis de los cuarenta, sino porque ahora mismo el concepto de “disco” está completamente obsoleto. De lo que aquí se trata, pues, es de la obsolescencia de una generación que llegó demasiado alto y demasiado pronto, y cuando se despertó del sueño, se encontró con la vida cotidiana hecha jirones: la ropa sobre la lámpara, el insomnio, los proyectos abortados, la lenta velocidad de los parques infantiles.
Si en el siglo XXI los “discos” han sido substituidos por “canciones”, la película sugiere que el problema está en no detectar ese cambio, o lo que es lo mismo, en no adaptarse a las circunstancias. Viscarret, que confiesa haber creado a su protagonista, el arquitecto que encarna estupendamente Miki Esparbé (todos los actores están magníficos), como una suerte de alter ego, sabe matizar la montaña de clichés asociada a la crisis de los cuarenta en el ámbito de las profesiones liberales y los pisos de cien metros cuadrados con un naturalismo empático, que mezcla con cariño angustia doméstica y comedia costumbrista, aunque el mensaje final prefiera ser más conservador que disruptivo. Algo nos dice que Esparbé y su mujer, y probablemente también su socio, y quizás también esa madre de la escuela con la que traba lazos de intimidad, sigan escuchando discos cuando acabe la película.
Lo mejor:
Los actores están fantásticos, y hay escenas que están resueltas con mucha ternura.
Lo peor:
Darse cuenta de lo difícil que es hablar de la crisis de los cuarenta sin abundar en tópicos.