Despedido el director del teatro Bolshoi tras una serie de escándalos
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El director del teatro Bolshoi, Anatoli Iksanov, que llevaba al frente de la institución cerca de trece años, ha sido despedido este martes después de una serie de escándalos que empañan el prestigio de la compañía de ballet con más reputación de Rusia, según ha informado la agencia de noticias RIA Novosti.
Según los medios rusos, durante su mandato como director, Iksanov se ha visto envuelto en una serie de escándalos, acusaciones por corrupción y disputas internas, muchas de las cuales se hicieron públicas tras el ataque con ácido al director artístico, Sergei Filin, que casi le deja invidente.
El ministro de Cultura ruso, Vladimir Medinski ha anunciado este martes el cese de Iksanov y ha destacado que esta decisión "no ha sido espontánea". "La complicada situación muestra que el teatro necesita aires renovados", ha declarado Medinski en rueda de prensa.
Asimismo, ha agregado que Vladimir Urin, el hasta ahora director general del teatro musical Stanislavski y Nemirovich-Danchenko de Moscú, será quien tome el relevo en el Bolshoi.
Ataque con ácido
El pasado enero, el bailarín de 29 años del Ballet Bolshoi Pavel Dimitrichenko ordenó a dos hombres que atacasen con ácido a Filin, quien casi pierde la vista y tuvo quemaduras de tercer grado.
A principios de marzo, la Policía arrestó a tres hombres por su implicación en el ataque con ácido, uno de ellos Dimitrichenko, considerado el cerebro de la agresión.
Tras el ataque, Nikolai Tsiskaridze, uno de los bailarines estrella del Bolshoi, denunció haber sufrido acoso en el centro dramático. Además, por aquel entonces, el teatro anunció que no renovaría el contrato de Tsiskaridze, que llevaba más de 20 años como bailarín del centro.
Asimismo, uno de los escándalos en los que ha estado involucrado el bailarín fueron unas declaraciones sobre la renovación que iba a sufrir el histórico teatro y que tendría un coste de cerca de 800 millones de dólares (unos 622 millones de euros). Parecerá "un hotel turco", afirmó en su día Tsiskaridze.