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Historia

Sevilla

Desprecio por el término

La Razón
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- ¿Cuál es la procedencia de la palabra «español»?

-Es de origen fenicio. Significaba tierra de conejos, porque es lo que más vieron cuando vinieron. Cuando los romanos invadieron la Península, retomaron el término «Hispania», ya que los griegos denominaban a nuestro país Iberia. Isidoro de Sevilla, entre los siglos VI y VII, ya habla de España. La formación del gentilicio español es una derivación provenzal. Alfonso X el Sabio también la denominaba España.

- ¿Cuándo se produce su conversión en palabra tabú?

-Se trata de un fundamento ideológico reciente. Diría que comienza con el Estado de las Autonomías.

- Lingüísticamente, ¿cómo se produce este cambio?

-El problema surge cuando una realidad desagradable para algunos contamina la palabra y hace que ésta cambie. Lo peor del asunto es que el eufemismo no tiene fin. Además, se produce una contradicción, que es el desprecio por el término «España» y su sustitución por «Estado español», lo que va en contra de toda economía lingüística. En este sentido, aduzco al sentido común. La lengua no tiene pecado original de nada. No se puede confundir la cosa con el nombre.

- ¿Qué problemas puede generar esta situación?

-Pues podría llevar, por ejemplo, a que los ciudadanos vivan en guerra con su propio DNI y pasaporte, documentos en los que aparece la palabra «España». Simplemente, la nacionalidad está representada por un gentilicio. Rechazarlo es algo que no ocurre en otros países del mundo.

- ¿Cómo se puede invertir esta tendencia?

-La educación es fundamental para que los ciudadanos estén identificados con la comunidad a la que pertenecen. Pero la educación no sólo procede de los colegios. También es importante en la familia. Además, yo soy un absoluto defensor del poder educativo de los medios, porque la familiar se produce en la infancia, la escolar, después, pero la de los medios es continua.