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Lenguaje

¿De dónde viene la expresión estar "en el quinto pino"?

Se trata de una expresión común que tiene origen en Madrid: en concreto, en torno al nacimiento del Paseo de Recoletos

27-06-2019 Madrid. Paseo del Prado y Recoletos©David Jar
27-06-2019 Madrid. Paseo del Prado y Recoletos©David JarDavid Jar

Hoy en día no sabemos dónde está. Ni siquiera si existe o, con el tiempo, ha sido ya reemplazado por otro árbol. Pero hubo un tiempo en que se podía señalar específicamente cada uno de los pinos que estaban en una calle de Madrid que acababa de nacer. Era una calle nueva, de nombre Paseo de los Recoletos, y quedaba a las afueras de la ciudad. Allí plantaron unos árboles, unos pinos para ser más específicos, y para serlo más todavía, cinco. El último era el quinto y los madrileños quedaban en alguno de ellos para encontrarse paseando. Así que quedar en el quinto pino era irse al más lejano.

La Real Academia recoge la expresión dentro de la acepción de pino. Se trata de "un lugar muy lejano", según establece en su su acepción. Y esto tiene una historia detrás, como decíamos antes, aparecida durante el reinado de Felipe V, es decir, que hay que remontarse al siglo XVIII. El primero de los cinco pinos se plantó al comienzo de la nueva calle y los siguientes en dirección noroeste hasta llegar a los que hoy en día son los Nuevos Ministerios pero que, por entonces, no era más que un descampado.

Sin embargo, de igual manera que podía resultar más incómodo por su lejanía, quedar "en el quinto pino" tenía sus ventajas, principalmente, la privacidad. Era el punto más alejado de la ciudad y por tanto el preferido para las parejas. La expresión fue quedando en el habla popular y trascendiendo a todos los hablantes de la Península.