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El cómic que no quiere ver Kim Jong-un

El cómic que no quiere ver Kim Jong-un
El cómic que no quiere ver Kim Jong-unlarazon

Fox cancela la adaptación de «Pyongyang», que iba a dirigir Gore Verbinski: los «hackers» imponen su ley

Corea del Norte siembra el terror en la red. Después de la cancelación de «The Interview» (Sony), la película que narra el asesinato del dictador asiático Kim Jong-un, ahora otra productora de Hollywood, la todopoderosa Fox, ha anunciado que no adaptará al cine el cómic «Pyongyang», cuyos derechos poseía y que además ya había iniciado los trabajos para convertir en película. Mientras, la Inteligencia estadounidense acusó ayer al Gobierno de Corea del Norte de estar detrás de las amenazas de un grupo de «piratas» informáticos que provocaron el comienzo de esta crisis hace algunos días, cuando advirtieron a compañías de salas de cine americanas que, si se atrevían a exhibir la citada «The Interview», «sembrarían el terror» con una acción masiva.

La segunda cancelación pilló ayer por sorpresa al autor del cómic, Guy Delisle, que escribió la historia tras un breve periodo de estancia en el país asiático. Ayer, en su página de internet lamentaba la noticia a pesar de que no estaba involucrado directamente en los trabajos cinematográficos que llevaba a cabo Gore Verbinski («Piratas del Caribe») desde hace ya dos años. «Estoy decepcionado y lo que más me entristece son las razones que han llevado a tomar esta decisión. Uno imaginaría que una gran compañía no se doblegaría fácilmente ante las amenazas de un grupo de ‘‘hackers’’ de Corea del Norte. Parece ser que han tocado en un nervio muy sensible», escribía. El contenido del cómic abunda en el surrealismo cotidiano de una sociedad antidemocrática que venera al dictador y que aplaude sus caprichos. Corea del Norte mantiene un férreo control de los medios y de acceso a extranjeros. Los «piratas» informáticos, mientras, celebraban en sus foros el éxito conseguido y felicitaban a Sony por su decisión: «Ha sido una sabia decisión. Ahora queremos que jamás estrenéis la película. No queremos que se distribuya ni se filtre de manera alguna, ya sea como DVD o ‘‘pirateada’’», comentaban en un mensaje anónimo. Este comando informático, que se hace llamar Guardians Of Peace (GOP), esgrime que tiene en su poder una considerable cantidad de documentos confidenciales de Sony que amenazan con hacer públicos y que contienen «datos personales y de naturaleza sensible» de todos los empleados de la compañía que no difundirán «si Sony no nos causa más problemas». También aseguran haber robado cinco películas completas que aún no se han estrenado. Esta crisis ha pasado factura también a la compañía en otro lugar doloroso: algunas informaciones apuntaban ayer que las pérdidas para Sony Entertainment Pictures podrían alcanzar los 75 millones de dólares. «The Interview», protagonizada por Seth Rogen y James Franco, iba a ser una de las apuestas navideñas, la temporada alta cinematográfica. GOP también ha señalado a las distribuidoras y exhibidoras de cine estadounidenses, entre las que «sermbrará el terror» si desobedecen sus órdenes. El Gobierno norcoreano había calificado la emisión del filme como un «acto de guerra».

«Se cagarían con Hitler»

Una de las voces que se alzaron ayer más coléricas fue la del escritor George R. R. Martin, autor de la saga «Juego de Tronos», que acusó a las empresas americanas de «cobardía». Calificó esta segunda cancelación de «realmente surrealista» y se preguntó si la primera no era en realidad una trama sacada de un episodio de la serie de animación «South Park». «¿De verdad? ¿En serio? –se preguntaba–. Estas compañías gigantescas que podrían comprar Corea entera con la calderilla, ¿dejan de hacer una película para no enfadar a un dictador? ¿Qué habría pasado si Charlie Chaplin hubiese cedido a las presiones de Hitler cuando rodó «El Gran Dictador? Si Kim Jong-un les asusta, con Hitler se habrían cagado encima», remataba. «No sé si es buena o la mala película, pero creo que tiene derecho a proyectarse», dijo el escritor, que ofreció las salas del cine que posee en Santa Fe (California) para que se exhiba.