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cultura
El escritor que todavía concibe el "mundo como una novela"
El crítico literario Toni Montesinos repasa las grandes aportaciones de la narrativa en español a la literatura

Se viene augurando, desde hace algunos años, la muerte de la novela como género literario. La ficción autobiográfica, la crónica periodística, relato ensayístico y la escritura vanguardista, entre otras formas narrativas, parece que vienen amenazando al viejo arte de contar imaginadas historias.
Es célebre la conocida boutade de Josep Pla, quien afirmaba que quien le novelas a partir de sus cuarenta años es un imbécil. Pero no es un tema tan concluyente y muy diversos escritores han teorizado sobre el mismo; para Umberto Eco «Una novela es una máquina de generar interpretaciones» y, según Arturo Pérez-Reverte «escribo novelas para recrear la vida a mi manera». Y Galdós llegó a sentenciar: «Imagen de la vida es la novela». Lo que parece claro es que esta modalidad literaria no es solamente un medio de entretenimiento o un instrumento documental, sino que es sobre todo una forma de conocimiento, un modo de adentrarse en la realidad, un método para mejor comprender las complejidades de la condición humana.
Viene a desmentir las pesimistas e infundadas expectativas sobre el género narrativo el poeta, novelista, crítico literario y ensayista Toni Montesinos con «Un mundo de novela. Lecturas de narrativa española e hispanoamericana», volumen que agrupa ensayos críticos sobre numerosos y destacados escritores de todas las épocas. De acuerdo con su metodología de intensa vivencia lectora, sin eruditos academicismos, con ágil amenidad y perspicaz mirada crítica, recorremos aquí un amplio panorama narrativo, prueba de «la sencillez, la claridad y la honestidad» propuestas -y conseguidas- en la introducción al libro. En la línea de la sostenida sentencia de Borges, por la que se enorgullecía de los libros leídos, más que de los que había escrito, encontramos aquí: «Somos, en parte, los libros que hemos leído, y dónde y cómo los hemos leído: la vida-lectura se mezcla con la vida-escritura de otro ser humano».
De Baroja a Pla
Entre los numerosos libros y temas aquí abordados destaca el análisis de la expansión literaria del Quijote, a través de los estudios del hispanista mexicano Ilan Stavans, quien ha relacionado el clásico cervantino con el fenómeno idiomático del «espanglish»; también se trata en otro ensayo de la recepción de esta obra en la cultura china. Idéntico interés registra la semblanza de Emilia Pardo Bazán, en una moderna revisión de su avanzada figura intelectual; el renovado perfil de Valle-Inclán a la luz de pormenorizada tipología de los contextos bohemios y a propósito de «Luces de bohemia», sin olvidar su estetizante vinculación con el carlismo; la mitografía tópicamente destemplada y huraña de Pío Baroja, esencia acaso de su distanciamiento estilístico y austeridad narrativa; la aproximación a Azorín se realiza bajo el prisma del impresionismo, técnica difuminadora de los perfiles descriptivos y creadora de densas atmósferas psicológicas; y traza una magistral actualización del mundo de Josep Pla, recorriendo sus principales referentes literarios y subrayando el intencionado autoenmascaramiento de su compleja personalidad; la modernidad periodística de Manuel Chaves Nogales queda de manifiesto en el análisi de su cosmopolita trayectoria profesional; y se revisa la obra de Miguel Delibes a propósito de su correspondencia de muchos años con su editor Josep Vergés. Una pequeña muestra esta del caudal de escritores españoles estudiados que engrosan este volumen: Cela, Umbral, Marsé, Luis Landero, Ray Loriga, Andrés Trapiello, Javier Ors, Rafael Chirbes o Fernando Aramburu entre otros muchos.
La narrativa hispanoamericana está igualmente representada por autores como Borges, adentrándonos en la configuración de su creatividad; Juan Carlos Onetti y su estimulante relación con el tabaco; Julio Cortázar,encarado a la importancia de la amistad en su novelística; Gabriel García Márquez y la huella de sus relaciones sentimentales en su literatura, o Mario Vargas Llosa y su mantenida admiración hacia Flaubert. Con su sólida y acostumbrada metodología en la que aúna rigor bibliográfico, perspicacia crítica, amenidad expositiva y certera exhaustividad, Toni Montesinos ofrece un completo panorama de ese género literario en absoluto moribundo, sino muy vivo y sugestivo en sus inmensas posibilidades estéticas. Escribió George Sand que «La vida se parece a una novela con más frecuencia que las novelas a la vida». Acaso aquí radique la pervivencia de una forma expresiva que, imitando a la realidad, nos la hace comprender mejor, una inagotable forma de conocimiento en suma, como viene a probar con efica excelencia «Un mundo de novela».
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