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El Greco, bajo el microscopio

larazon

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Más que un «adiós», estamos ante un «hasta luego», pues los cuatro Grecos que posee el Museo Thyssen-Bornemisza y que recoge una pequeña exposición sólo en tamaño («El Greco. De Italia a Toledo» es el título), pasarán a formar parte de las importantes muestras que se celebrarán con motivo del IV centenario del artista. Los lienzos, cuatro joyas que posee el centro («La Anunciación»,de1576; «Cristo abrazando la cruz», de entre 1587-1596; «La Anunciación», de entre 1596 y1600 y «La Inmaculada Concepción», de 1608 a1614), lucen esplendorosas junto a un detallado estudio de cada obra en forma de fotografías de gran tamaño en las que se pueden observar lo que al ojo pasaría desapercibido: las pinceladas, el empastamiento, las transparencias. Así se podrán desterrar mitos y bulos tenidos por ciertos durante años y que no han hecho sino acrecentar la leyenda de uno de los pintores más importantes y al tiempo desconocido, como que tenía problemas de visión y que por eso sus figuras estaban distorsionadas.
Figuras distorsionadas
Nada más lejos de la realidad. Entre «La Anunciación» fechada en 1576 y la pintada veinte años después existe una notable diferencia. Cuesta creer que la primera se debe a la mano del cretense. En palabras de Guillemo Solana, conservador jefe de la colección, el espacio sufre un notable estrechamiento, «una compresión y las figuras se distorsionan». El primer Greco es un pintor que tantea, busca y se mantiene fiel a los postulados de la academia, no se sale ni se desborda. El segundo ya vuela solo, desecha lo que le sobra y encuentra el estilo que va a definir su producción, con una pincelada suelta. Esta evolución, según los expertos, se produce tras su llegada a a España.
Los estudios técnicos realizados por el Área de Restauración ponen de manifiesto la utilización de diferentes metodologías, que incluyen fotografías de alta resolución para acercar los detalles más significativos y reflectografías infrarrojas que han permitido ver las capas subyacentes bajo la pintura visible. Las radiografías han proporcionado información sobre los cambios realizados por el pintor durante la ejecución de las obras, mientras que los análisis químicos han servido para dar a conocer la composición y distribución de los materiales en las distintas capas de la pintura, informa Efe. Todo ello permite confirmar el desarrollo de su evolución formal y de los materiales que usaba desde su primera época, influida por los maestros italianos, lo que se hace evidente en la composición arquitectónica, hasta su etapa española, con un importante cambio estético. «El Greco. De Italia a Toledo» es, afirmó Ubaldo Sedano, jefe del departamento de Conservación-Restauración del Thyssen, una ocasión de recordar al público «que tenemos una magnífica colección de El Greco que puede pasar desapercibida en el contexto de la colección permanente», además de mostrar a los visitantes del museo «aspectos de unos estudios a los que normalmente no tienen acceso».