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El «Mata mua» pudo dejar la colección Thyssen

Las eternas conversaciones con Cultura para cerrar un acuerdo sobre la permanencia de su colección hicieron pensar a la baronesa en la posibilidad de vender esta joya ante la inacción del Ministerio.
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Las eternas conversaciones con Cultura para cerrar un acuerdo sobre la permanencia de su colección hicieron pensar a la baronesa en la posibilidad de vender esta joya ante la inacción del Ministerio.
Las negociaciones que Carmen Thyssen, sus abogados, para ser exactos, mantiene con el Ministerio de Cultura, se concretan periódicamente en la prórroga del acuerdo de cesión gratuita. El que se cerró el martes podría haberse rubricado meses atrás, sin embargo en el último momento se dinamitó. Como adelantó LA RAZÓN en julio de 2016, el lienzo de Paul Gauguin «Mata Mua» (Érase una vez), fechado en 1892, había estado en conversaciones para su venta. La pintura, la joya de la corona de colección, que está formada por 430 obras de las que en estos momentos cuelgan de las paredes del museo de Madrid casi 230, estuvo a punto de abandonar España con destino probablemente hacia un país árabe. En las conversaciones que se retomaron después del verano, hacia el mes de septiembre entre ambas partes, la baronesa expresó su deseo de poner en venta el lienzo de la que se considera la piedra angular del conjunto, cuya valoración rondaría, según expertos consultados en tasación de arte, «más de 200 millones de euros teniendo en cuenta una venta del mismo artista realizada en 2015». Ese año se vendió en transacción privada «Nafea faa ipoipo» (¿Cuándo te casarás conmigo?), también de Gauguin, pintado el mismo año que «Mata Mua» (y prácticamente de idénticas dimensiones), y vendido por 278 millones de euros a un comprador no identificado pero con un altísimo poder adquisitivo. ¿Qatar con Mayasa, la hija de la jequesa, estaría en el punto de mira?
Qatar, un buen comprador
Cuando Carmen Thyssen quiso poner en venta el lienzo de Gauguin no le faltaron ofertas de compra, entre ellas alguna que estudió seriamente procedente precisamente de Qatar (recordemos que la familia real ya desembolsó en 2012 la cantidad de 232 millones de dólares en una transacción privada por «Los jugadores de cartas de Cézanne») y que finalmente desechó. Expertos en mercado del arte consultados por este diario aseguran que además podría haber interés por parte de Arabia Saudí, algunos museos americanos, coleccionistas rusos y sobre todo chinos, teniendo en cuenta que en los últimos años se han inaugurado más de un centenar de centros de arte y que es necesario dotarlos de fondos.
La posibilidad de poder sacar el lienzo de Gauguin de la colección Carmen Thyssen haría necesaria la inclusión de una claúsula especial, pues según los términos del acuerdo de préstamo, la baronesa tiene derecho a vender un 10 por ciento del valor total de la colección, fijado entre 600 y 800 millones de euros. En el caso de la venta en 2012 de «La esclusa», de John Constable por 28 millones de euros, supuso menos del 5%. Las negociaciones incluirían una renovación del acuerdo por tres años. Todo estaba preparado para estampar la firma pero finalmente no se produjo la rúbrica. Los meses pasaron y las partes apuraron hasta el último día, el pasado 31 de enero, y la última hora de la tarde que fue cuando lo anunció Cultura. Ahora queda esperar que las partes retomen las conversaciones y lleguen a un acuerdo antes del 30 de abril, fecha en que expirará el acuerdo. El Ministerio de Méndez de Vigo, conocedor de los deseos de Carmen Thyssen, tendrá que barajar de nuevo la posibilidad de que la baronesa tenga la intención de sacar a la venta alguna obra maestra de su colección, caso de la citada «Mata Mua» o de «El puente de Charing Cross», pintado por Monet en 1899 y otro de los reclamos de la colección. «El Gauguin es un cuadro realmente emblemático, la joya de la colección y que el barón compró por un precio bastante asequible en su momento. Hablamos de la época en que el impresionismo estaba en boga, cuando ‘‘Los lirios’’ y ‘‘Los girasoles’’ se convirtieron en dueños del mercado con abultadas transacciones de miles de millones. Años después llegaría el reina de Picasso, que sigue siendo el número uno», asegura un experto en mercado del arte.