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Crítica de cine

El Oeste más sensible

La Razón
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Jacques Audiard. J. Audiard y T. Bidegain (Novela: Patrick DeWitt). Joaquin Phoenix, John C. Reilly, Jake Gyllenhaal. Francia-España, 2018. 122 min. «Western».

Viendo «Los hermanos Sisters» se tiene la impresión de que ha de resultar más fácil volver al «western» desde una óptica deliberadamente autoral, a tono con ciertas tendencias del cine contemporáneo, que rivalizar con los clásicos, en el amplio sentido de la palabra (para entendernos, de John Ford a Robert Altman, de Howard Hawks a Sam Peckinpah). Películas como «Jauja», «Meek’s Cutoff» o incluso «Bone Tomahawk», con su agresiva hibridación entre el «western» y el cine de terror, han ofrecido una perspectiva sobre el género que se singulariza a partir de sus desplazamientos, diferencias y contrastes. Lo que hace Jacques Audiard a partir de la novela de Patrick DeWitt es mirarle a los ojos para buscarle el pulso y reanimarlo desde sus propios códigos, confrontando, a través del choque entre sus dos parejas masculinas protagonistas, dos Américas que confluyen en un momento de transición: la del mito sustentado en la violencia que defiende un territorio sin más ley que la del que dispara primero y la de un capitalismo utópico encarnado en la fiebre del oro. Desde una absoluta transparencia narrativa, sin dejarse tentar por florituras crepusculares o abstracciones modernistas, Audiard nos regala un magnífico western psicológico que –como la subestimada «Deuda de honor», de Tommy Lee Jones– encuentra su belleza en la hondura de sus personajes, en la descripción del profundo afecto que une a dos hermanos (atención a John C. Reilly, más inspirado que nunca) que son las dos caras de un mismo corazón, y que se refleja en la amistad que nace entre los dos hombres a los que persiguen, hermanados por la fe en su propia ambición. La complejidad de las relaciones paternofiliales, tan cara al cine de Audiard (en sentido figurado, como en «Un profeta», o literal, como en «De latir el corazón se ha parado»), se sustituye aquí por una relación fraternal conmovedora, incluso teniendo en cuenta que uno de los factores (el psicopático Joaquin Phoenix) siempre está a punto de alterar el producto. Audiard está especialmente cómodo cuando filma a sus personajes compartiendo un rato de intimidad o en actos tan cotidianos como lavarse los dientes. Después de que ocurra la tragedia, o la manera en que el relato tiene de decirnos lo abrasivo que resulta el sueño americano desde su misma génesis, «Los hermanos Sisters» termina con un final apoteósico, un odiseico regreso al hogar que echa raíces en el imaginario del «western» clásico abriendo puertas y ventanas a un futuro protector.

LO MEJOR: La sensibilidad con que Audiard retrata los afectos masculinos en el marco del «western» neoclásico

LO PEOR: Que al veterano Rutger Hauer solo se le vea como una aparición, una figura al fondo del plano