El periplo de una moneda única
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La Policía recupera una moneda romana única en el mundo, robada junto a otras 866 piezas.
Entre los años 29 y 19 antes de Cristo tuvieron lugar las guerras de astures y cántabros contra el Imperio romano. Para conmemorarlas, se acuñaron monedas con la efigie del emperador Augusto. Una de esas piezas, única, fue a parar a Nueva York, luego a Madrid, después a un receptador y ahora a la Policía.
La moneda era la pieza más preciada de la colección de monedas robadas a un empresario madrileño, ya jubilado, y que guardaba en su casa junto otras 866 que, en conjunto, tienen un valor de 600.000 euros, según la estimación que su propietario hizo a la Policía cuando denunció su sustracción.
Con negocios de importación y exportación, este coleccionista, como ha explicado hoy la Policía en rueda de prensa, adquirió en 2002 en Nueva York la moneda conmemorativa de las guerras cántabras por 30.000 euros y la incorporó al resto.
No era un coleccionista "compulsivo"y su intención era incluirlas en un catálogo para su estudio y contribuir así a enriquecer el patrimonio cultural.
Su deseo se tuvo que posponer porque en abril del pasado año uno o varios individuos realizaron un butrón por un tragaluz de la azotea de la vivienda de este empresario, ubicada en el centro de Madrid, y accedieron por el falso techo de escayola a la casa.
Forzaron la caja de seguridad y algunos armarios y se apoderaron de la colección, pero también de joyas de gran valor, calzadores de oro, relojes de señora con diamantes y brillantes ...
Un "importante éxito"para los delincuentes y un "desvalijo total", como ha dicho hoy a la prensa el jefe de la Brigada de Patrimonio de la Policía Nacional, cuyos agentes han recibido la felicitación de su director general, Ignacio Cosidó, por la recuperación de las monedas.
El coleccionista denunció el robo, pero la inspección ocular no aportó indicios para identificar al autor. Las primeras sospechas se centraron en la cuadrilla de operarios que días antes trabajaron en una obra de reforma en la casa, pero los interrogatorios y la investigación tampoco arrojaron luz.
Gracias a que el dueño tenía las monedas clasificadas en un CD, la Policía pudo llevar a cabo una labor de difusión nacional e internacional para intentar recuperar el botín.
Al parecer, las monedas fueron a parar a un receptador, un joyero de Madrid propietario de tres establecimientos de compraventa de oro, que llegó a decir que había comprado las monedas por 15.000 euros.
Tras fracasar en su intento de "colocarlas"en el mercado madrileño de antigüedades y a coleccionistas, decidió probar suerte en Barcelona y el pasado 5 de diciembre consiguió que una casa de subastas dedicada a la numismática le aceptara 204 monedas.
Pero tampoco logró su objetivo, porque tras diversas gestiones de los agentes de la Jefatura de Barcelona se identificó al receptador y pudo recuperarse en una de sus tiendas de compraventa de oro gran parte del botín. El resto, las entregó de forma voluntaria.
De las joyas, ni rastro. Probablemente, su recorrido haya sido distinto y hayan podido terminar en un fundición de oro.
En cualquier caso, el receptador, que fue detenido, no ha querido desvelar quién le aportó las monedas y sólo ha declarado que las recibió en depósito para tasarlas.
Sin embargo, algunas de ellas las había introducido en aceites y otros compuestos químicos, algo que no hubiera hecho alguien que simplemente fuera el depositario, advierte la Policía.
Los agentes prosiguen la investigación para descubrir al autor o autores del robo, pero los responsables policiales no han querido aportar más detalles y se han limitado a señalar que, "quizá, las gestiones van bien encaminadas".
El propietario de la colección ha dado autorización para que la Policía exponga las monedas a los medios de comunicación gráficos, pero cuando vuelva de su viaje podrá llevarse las piezas a su casa.
Su colección forma parte ya de las estadísticas policiales. Con su recuperación, son ya las 32 operaciones que la Brigada de Patrimonio ha llevado a cabo desde primeros de 2012 y hasta ahora, con un balance de 42 detenidos.
Esta moneda única ya puede codearse con otras joyas recuperadas por la Policía en este tiempo, con nada más y nada menos que el Códice Calixtino o una tabla flamenca del siglo XV.