El placer del dibujo

La galería Francesc Mestre Art dedica una exposición a los grandes maestros de la ilustración y del cómic del siglo pasado

El siglo pasado fue uno de los más ricos en cuanto a la aparición de grandes maestros en el terreno de la ilustración, ya fuera desde un punto de vista serio pasando por el humor gráfico o el cómic. La galería Francesc Mestre Art reúne a varios de estos nombres en una interesante exposición con buenos ejemplos de la calidad de estos creadores. Encontramos desde bocetos a piezas acabadas, desde obras gráficas a viñetas que refuerzan la idea de que nos encontramos ante lo que se podría denominar ante lo que fue edad de oro para estas firmas.

La muestra recoge trabajos de nombres como Joan Brotat, Antoni Clavé, Valentí Castanys, enric Galwey, Emili Grau Sala, Joan G. Junceda, Joan Miró, Jaume Perich, Josep Obiols, Joan Sandalinas o Pere Ynglada, entre muchos otros. También pueden verse algunas pizas insólitas que se escapan al dibujo, como algunos de los animales escultóricos y pintados por Josep Guinovart.

A todo este conjunto, la galería lo ha querido denominar como «el festín del sibarita», porque nos encontramos ante grandes firmas que se ofrecen al público por un precio inferior a 500 euros, una manera de tratar de crear nuevos coleccionistas y animar a los ya existentes.

El recorrido propuesto por la sala barcelonesa está formado por algunas obras que nos demuestran la riqueza del dibujo en Cataluña. Es el caso, por ejemplo, de un boceto aparentemente sencillo titulado «Mayo» del modernista Alexandre de Riquer. Es una invitación a adentrarnos en el taller del autor, ver su manera de trabajar, convirtiendo un bosquejo en algo parecido a una obra de arte consecuencia de su indiscutible dominio de la técnica. El lápiz parece actuar a la manera de un cincel porque esculpe el dibujo hasta lograr plasmar las formas del acebo con sus pequeños frutos.

Las formas casi cubistizoides de Joan Sandalinas también podemos verlas en la exposición en dos pequeñas obras en las que se combina el lápiz y la acuarela. Son «Arbre constructiu» y «Construcció», en los que parece planear la sombra de un Torres-García excesivamente colorista. Igualmente interesante es una pieza figurativa del mismo autor, «Equilibristes», y que parece un apunte del natural de un espectáculo circense, aunque con el toque personal de Sandalinas.

Los grandes humoristas de papel no han sido olvidados en la sibarita exposición. La mayoría son catalanes, aunque hay alguna excepción como el siempre profundo y agudo Chumy Chúmez, uno de los grandes hitos de la revista «La Codorniz» y, sobre todo, «Hemano Lobo», aquel «semanario de humor dentro de lo que cabe». Entre los de casa, hay que señalar las dos historietas cómicas de Gaietà Cornet con el tema del robo, cabe decir que algo chapucero en un caso por parte del protagonista. Cornet no necesita texto y es la fuerza de la imagen y la expresividad de los protagonistas lo que facilita que el espectador quede enganchado con estos dibujos.

Uno de los genios de la vieja escuela de Bruguera, Conti, también tiene su espacio con una viñeta lúcida e irónica, adjetivos que también pueden aplicarse a Tínez y Salvador Mestres. A ellos se le suma uno de los grandes genios del humor en Cataluña, Jaume Perich, con un fondo verde después de que un amigo le pidiera «un chiste verde». En realidad, parece estar pensado para todos los públicos, no solamente para adultos.

Son muchas las curiosidades en Francesc Mestre Art, como un cartel de Joan Miró en japonés y una caricatura por Eliseu Meifrén, algo que nos demuestra que no lo sabemos todo de este artista.