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Música

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Expedientes a orquestas y coros

imagen de una de las obras del Coro de la Ópera de Oviedo
imagen de una de las obras del Coro de la Ópera de Oviedolarazon

Los tiempos nunca han sido fáciles para la lírica y mucho menos si ésta se halla en manos privadas como las asociaciones de amigos de la ópera, gracias a las cuales pudo sobrevivir el género en muchas ciudades.

Los tiempos nunca han sido fáciles para la lírica y mucho menos si ésta se halla en manos privadas como las asociaciones de amigos de la ópera, gracias a las cuales pudo sobrevivir el género en muchas ciudades. Algunas se han transformado en fundaciones para agilizar su funcionamiento. Uno de los elementos líricos más afectados son los coros, que siempre han bordeado la línea roja de la legislación laboral. Algunos mantienen su carácter de «aficionados», sin remuneraciones; otros logran algunas becas para los miembros que estén estudiando y otros son absolutamente profesionales. En medio hay coros que han evolucionado desde estructuras poco legales para adaptarse a unas legislaciones que en España son muy variables. Habitualmente las administraciones no se fijaban en ellas porque los dineros de la música son escasos, pero cuando salta la liebre, salta con todas sus consecuencias. Es lo que sucede ahora con el Coro de la Ópera de Oviedo, con un expediente abierto por la Seguridad Social por presuntas irregularidades en su contratación. Desde 2007 venían cobrando por cada ópera en la que actuaban y la Fundación Opera de Oviedo no les daba de alta en la seguridad social amparándose en la figura de «Actividad musical especial». Algunos miembros presentaron una denuncia en la que defienden que la relación laboral se corresponde con la de asalariados a tiempo parcial. Al parecer, ésta comunicó al coro el pasado septiembre que les había dado de alta con fecha enero de 2018. Durante esta temporada ya se les ha aplicado una retención, además de abonar la parte que corresponde al empleador. Al acabar se habría procedido a darles de baja. Sorprendentemente, el pasado diciembre, el hasta entonces presidente de la Fundación dimitió de su cargo. A los pocos días también dejó el suyo el director artístico. El Patronato fue supuestamente informado de la situación en enero. La repercusión económica puede ser muy importante en caso de que hubiese de abonar las cotizaciones desde 2015 y pagar una sanción. Sus 2,5 millones de presupuesto no dejan margen. Hay algunos casos más de entidades musicales con problemas. La ORCAM, a causa de otra denuncia, ha de abordar un problema de compatibilidad entre la enseñanza en conservatorios y la pertenencia a la plantilla. España padece un gran problema legislativo por la avalancha de cambios continuos. Sin embargo, las administraciones fiscales y laborales suelen ser bastante poco comprensivas con situaciones como las descritas. ¡Hay tantas cosas que cambiar antes que colchones!