Fernando Gamboa: «La felicidad es la ausencia del miedo»
–«Ciudad negra». Un lugar imposible. ¿Algo así como atravesar el centro de Madrid en Navidad?
–Eso es más terrorífico que atravesar la Ciudad negra.
–Dicen que es el nuevo fenómeno de la novela de aventuras. ¿Hijo de Vázquez Figueroa o de Pérez-Reverte?
–He mamado de los dos, y de Kipling, Salgari, Stevenson... Soy hijo de «Figueroa-Reverte».
–No para. ¿Adónde se va mañana mismo?
–Me voy a Singapur exclusivamente a tomarme un gin-tonic en el bar Raffles, donde se los tomaban Kipling, Conan Doyle...
–Qué nivel. ¿Qué busca en ese constante deambular?
–La libertad. Toda mi vida gira alrededorde la libertad: no tengo casa, ni coche, ni hijos, ni mujer... Todo lo que poseo cabe en una maleta.
–¿Y qué no falta nunca en esa maleta?
–Libros. Bueno, ahora llevo un libro electrónico para evitar peso.
–Dice que vive sus novelas...
–Si escribo de la selva amazónica, por ejemplo, es porque he estado allí, y parte de lo que cuento me ha pasado.
–¿Le han disparado?
–Sí, en Guayaquil y en Guatemala. Y me han atacado tiburones. Tengo tendencia a meterme en líos.
–¿Como Artur Mas?
–Ja, ja, ja. Yo me meto en líos sin buscarlos. No soy nacionalista, pero entiendo que los haya y tengan objetivos.
–Se va siempre sin billete de vuelta...
–Así es. Lo contrario no es viaje, es turismo. Soy un aventurero en el noble y viejo sentido de la palabra. Si sé transmitir el peligro es porque lo vivo.
–Se ha pagado viajes como jugador de póquer...
–Ya no necesito hacer de tahúr. Era un mal jugador, pero sabía encontrar a los que eran peores que yo. Y además, no me gustaba jugar. Era un trabajo.
–Si el viaje no te modifica, no es viaje. ¿Qué ha aprendido?
–Que la felicidad es la ausencia de miedo.
–Y de hemorroides, creo.
Profesión: escritor, aventurero.
Nació: en 1970, en Barcelona.
Por qué está aquí: por su novela «Ciudad Negra» (Ediciones B).