Gonzalo Alonso

Finlandia en la ONE

Santtu-Matias Rouvali
Santtu-Matias Rouvalilarazon

Obras de Vivaldi, Haendel, Mozart y Sibelius. Julia Lezhneva. Orquesta y Coros Nacional de España. Santtu-Matias Rouvali. Auditorio Nacional. Madrid, 28-I-018.

Programa curioso y al tiempo atractivo para el público el de esta semana en la Orquesta y Coro Nacional de España (OCNE) por su variedad, aunque con falta total de correlación entre primera y segunda parte. Uno se pregunta el por qué de Julia Lezhneva cantando Vivaldi, Haendel y Mozart y luego la «Segunda» de Sibelius. Pudiera ser que el director haya encontrado concomitancias entre la música italiana y la partitura del finlandés, no en vano fue planeada durante el viaje que realizó el compositor a Italia en 1901 para superar la dolorosa muerte de su hija Kirsti. De hecho la sinfonía se estrenó un año después en la ciudad de Helsinki. En cualquier caso resultó un placer escuchar a la soprano rusa, poseedora de una voz con potente caudal, atractivo timbre aunque menos en el registro grave y gran facilidad para la coloratura. Derrochó agilidades en Vivaldi y supo cantar con profundidad el «Solitudini amate...» para luego volver a la pirotecnia de «Brilla nell’alma». Concluyó su intervención con un impecable «Ch’io mi scordi di te?» mozartiano, acompañada con piano y orquesta, teniendo al teclado a Mikhail Antonenko, con quien ha grabado un disco recientemente. Santtu-Matias Rouvali (Finlandia, 1985) dirigió el barroco italiano sin la gracia de los maestros expertos en el repertorio, pero sin embargo hizo gala de un deslumbrante movimiento de unas manos de tal flexibilidad que parecíaque fueran de goma. Mucho más certero estuvo sin lugar a dudas en la lectura de la «Segunda» de Sibelius, su compatriota, expuesta con una buena arquitectura en las dinámicas y los adecuados contrastes entre el idílico primer movimiento, el más sombrío segundo, la vivacidad del tercero y el crescendo del cuarto. Un joven director de orquesta desde luego a tener en cuenta.