Florencia y Verona en entredicho

Italia no vive sus mejores momentos líricos. A los desaguisados que se vienen sucediendo en la Ópera de Torino se añaden ahora los de Florencia y Verona. Alexander Pereira, superintendente del Maggio Musicale Florentino, tuvo que presentar su dimisión la semana pasada tras solicitárselo Dario Nardella, presidente del teatro y su Fundación. Pereira trató en un comunicado defender que la razón de su renuncia es una hecho personal: «Además de ser una labor compleja, he sido siempre atacado desde dentro y desde fuera del teatro por mi gestión, sobre todo por los medios de comunicación. Nunca tuve un momento de tranquilidad y esta situación ha hecho que pierda 20 kilos y sufra una crisis de salud a principios de diciembre».

La realidad es más amplia. Políticos italianos consideraron «injustificada» la remuneración del director de 240.000€ anuales, así como el elevado coste de sus gastos. A finales de 2022, el partido Fratelli d’Italia pidió la dimisión del superintendente dada «la práctica totalidad de la programación atribuida a artistas de la agencia suiza Ariosi». Esta empresa está siendo investigada por su relación con William Graziosi, ex director del Teatro Regio de Turín, por los mismos motivos: a cambio de un porcentaje del caché de los artistas, el director supuestamente confeccionaba las temporadas casi en exclusiva para los clientes de Ariosi. Pereira fue informado a finales de enero de que la Fiscalía de Florencia había abierto una investigación por presuntos casos de malversación de fondos relacionados con sus gastos personales.

Según la prensa local, la investigación se relaciona con una docena de gastos personales que él habría pagado con la tarjeta de crédito a nombre del Maggio Musicale, y que habrían ascendido a 60.000 euros en 2021 y a 14.000 euros durante los cuatro primeros meses de 2022. Además también se acusa al superintendente de haber pagado con cargo a la institución su traslado de Milán a Florencia por un importe nada baladí de 24.000 euros. Adicionalmente se le imputaría otra hipótesis delictiva: la de hacer especulado con el uso de parte del patrimonio suplementario de 35 millones desembolsados por el Gobierno para solventar la deuda de 50 millones que la Fundación del Maggio ha acumulado en los últimos 15 años. Pereira dirigió la Ópera de Zurich, llevándola a su punto más alto, y posteriormente La Scala. Uno de sus grandes logros fue la obtención de patrocinios, sobre los cuales supuestamente figuraba en su contrato una comisión. Ahora toca decidir quién le sustituye.

Se habló de Carlo Fuortes, ex director del teatro y actualmente director general de la RAI, con lo que la cadena se quedaría descabezada, pero finalmente será Onofrio Cutaia, propuesto por el Presidente de la Junta, Dario Nardella. Fue seleccionado por unanimidad en un proceso en el que también figuraban el musicólogo Alberto Paloscia, consultor artístico y exdirector artístico de la Fondazione Teatro Goldoni de Livorno; y Marco Parri, actual director general de la Orquesta Regionale della Toscana y presidente de la Federación Nacional de Artes Escénicas de Agis.

La Arena de Verona anda también revuelta, en buena parte por los enfrentamientos entre instituciones y partidos políticos que integran la Fundación. El domingo expiró el mandato de Cecilia Gasdía, justo en el año en el que ha de celebrarse el centenario. Tras nueve horas de reunión y por 4 votos frente a 3 se propondrá al Ministro de Cultura su polémica continuidad. Gasdía lleva tiempo cuestionada la infiltración mafiosa en relación con los contratos de actividades logísticas de la Fundación que la justicia investiga, así como su relación con la ya citada agencia Ariosi y por su enfrentamiento con los trabajadores artísticos, técnicos y organizativos de la Fundación Arena con más de 100 juicios en curso.