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Historia

«Folclóricas» y «finolis»: el inicio del fútbol femenino

Se jugó en 1970, reunió a 8.000 espectadores y el promotor fue arrestado con el pitido final. Ahora, la Selección Nacional Femenina ha ganado el Mundial

Lola Flores en uno de los primeros partidos de fútbol femenino disputado en España
Lola Flores en uno de los primeros partidos de fútbol femenino disputado en EspañaAgencia EFE

Ahora todos nos emocionamos viendo a la selección española de fútbol ganar un partido tras otro, con un gran juego y fuerza, para llegar a la final del mundial. Pero hubo un tiempo en el que ver a mujeres jugar al fútbol causaba risa y sorprendía. Una parte quiso presentarlo como un espectáculo cómico, como el bombero torero y los siete enanitos rejoneadores, mientras otra, las pioneras de las actuales jugadoras, rompían moldes. Así, en diciembre de 1970, mientras en Madrid irrumpía el fútbol femenino para no irse, con Conchi Amancio como gran estrella, en el campo del Rayo Vallecano, un mes después, se disputó un encuentro cómico entre «Folclóricas» y «Finolis» que ridiculizó aquel salto.

Corría el año 1970 y Pedro Roiz Cossío, presidente del Rayo, tuvo una ocurrencia. Podría convocar a mujeres famosas para que jugaran al fútbol y recaudar fondos, por ejemplo, para las guarderías del Patronato de Nuestra Señora del Socorro. El espectáculo era doble: féminas haciendo una cosa de hombres y además famosas. El interés de Roiz Cossío era claro. Estaba bien colocado en el régimen franquista. Fue durante mucho tiempo consejero provincial y jefe local del Movimiento Nacional en Madrid, y ahora quería ser diputado en las Cortes por el Tercio Familiar en las elecciones de 1971.

Roiz Cossío se puso manos a la obra y llamó a artistas conocidas de la farándula y el papel couché. El reclamo era colaborar en una buena causa y cobrarían 20.000 pesetas. ¿Era dinero? Calculen. Aquel año el salario mínimo interprofesional, establecido en abril, era de 3.600 pesetas. Un Renault 5 costaba unas 130.000 pesetas, una entrada de fútbol de Primera División unas 150, y el precio medio de la vivienda en España era de millón y medio. Sí, era dinero, pero no mucho. Se juntaron dos equipos, uno se llamó las «Folclóricas», capitaneado por Lola Flores, con su hermana Carmen, Marujita Díaz, Rocío Jurado, Conchita Bautista y Gracia Montes, entre otras. El otro equipo se llamó las «Finolis», con Encarnita Polo, Luciana Wolf, Mara Lasso y muchas más. Casi nada. Las primeras iban con la equipación del Betis, y las segundas con las del Rayo. Ambos equipos eran entonces de Segunda División. Para completar la broma, Manolo Gómez Bur, un cómico conocidísimo entonces, era el «masajista» de las jugadoras, y Juan Luis Galiardo, gran actor, era el árbitro.

Lola Flores rompía entonces las radios con «Lerele», pero Encarnita Polo no le iba a la zaga ese mismo 1970 con su éxito «Paco, Paco, Paco», con unos arreglos pop impresionantes. También es cierto que Lola Flores grabó entonces, y de forma clandestina, uno de los temas de «Canciones para después de una guerra», de Basilio Martín Patiño, mucho más aburrido. Marujita Díaz estaba en su apogeo, y Rocío Jurado había sacado ese año de 1970 su primer disco de estudio.

Aroma Cañí

El envite futbolístico, fechado para el 3 de enero de 1971, tenía programa doble con todo el aroma cañí del momento. Carmen Polo, esposa de Franco, conocida como «la collares», tenía la costumbre de patrocinar eventos con famosos para mostrar su preocupación social. Sus deseos eran órdenes, y el gobernador civil de Madrid daba la cobertura. Así que aquel domingo tendría lugar el típico choque entre toreros y artistas; es decir, Antoñete, Dámaso Gómez y otros frente a Ángel de Andrés, Manuel Zarzo, Tony Leblanc –que se había lesionado el año anterior al tirarse para detener un balón– y la novedad de Víctor Manuel, el cantautor luego de izquierdas, que tenía reciente una canción dedicada a Franco. Tras este interesantísimo encuentro, sobre las 13 horas, comenzaría el plato fuerte, el partido de las chicas.

La mejor crónica del encuentro la dio el NO-DO. El estadio estaba a rebosar, incluidos los balcones de los edificios colindantes. Tras un peloteo para calentar hubo firma de autógrafos a los enchufados, unos pasos de flamenco de Lola Flores en el centro del campo, y palmas de Rocío Jurado. Aparecieron los «jóvenes» talluditos de la tuna para regalar una capa a las mujeres vestidas de corto y apretado. El encuentro fue «sensacional», decía el locutor del NO-DO. Fue «una pena» (atención, chiste) «que el seleccionador nacional (de la masculina, por supuesto, que era Kubala) no lo presenciara porque habría resuelto todos sus problemas». Jugaron a 4 grados bajo cero. Nadie marcó, a pesar de que el árbitro quiso conceder algunos goles «honoris causa».

Imagen de «Las Ibéricas F.C.», película de Pedro Masó
Imagen de «Las Ibéricas F.C.», película de Pedro MasóFlixolé/Efe

En marzo se repitió en Sevilla, y dado el éxito, Pedro Masó estrenó ese mismo año la película «Las Ibéricas F.C.», donde la gracia eran los problemas que las jugadoras tenían con sus novios y maridos porque jugaban al fútbol. De hecho, una de las protagonistas dice con gusto que su novio la pega, y ante la sorpresa de otra, dice «el día que te sacudan… ya verás… pasa lo mismo que con el primer beso». Hay quien dice que es una de las peores películas de la historia del cine español. En la conocida web Filmaffinity tiene una valoración de 3,1 sobre 10.

El partido inaugural

El caso es que al mismo tiempo que esto ocurría, el fútbol moderno femenino daba sus primeros pasos en España. El 8 de diciembre de 1970, un mes antes del «Folclóricas» contra «Finolis», en el campo de fútbol de Boetticher, en Villaverde, Madrid, tuvo lugar el primer partido oficial de fútbol femenino, entre el Sizam y el Mercacredit. Se reunieron 8.000 personas que pagaron 25 pesetas por su entrada. Lo impulsó Rafael Muga desoyendo la ley, porque no estaba permitido. Anunció el partido poniendo carteles por el barrio y cuando el árbitro pitó el inicio el campo se llenó. Al concluir, la pareja de la guardia civil llevó a Muga al cuartelillo. El comandante del puesto no daba crédito: «¿Pero de verdad ha organizado usted un partido de fútbol con mujeres?». Vivir para ver.

Ese 8 de diciembre ganó Sizam por 5-1 gracias a Conchi Amancio, la pionera del fútbol femenino moderno, que marcó los cinco. Tenía 13 años. Se llamaba en realidad Concepción Sánchez Freire. Lo de «Amancio» fue por Amancio Amaro, el jugador del Madrid, cuyo estilo parecía imitar. El informativo de TVE dijo: «Esto del fútbol femenino se está poniendo serio». Conchi y otra jugadora, Victoria Fernández Poderoso, firmaron ese año sus primeros contratos profesionales con el Olímpico de Villaverde. Luego, Conchi, fue la primera futbolista en jugar fuera de España. En Italia estuvo en diez equipos diferentes, y luego fichó por el Arsenal. Marcó más de 500 goles en su carrera. Fue la primera capitana de España, y hoy es una gran desconocida. Conchi siempre ha dicho que aquel partido de «Folclóricas» contra «Finolis» y la película de Masó las perjudicó mucho al ridiculizarlas.

Aquel encuentro del Boetticher en diciembre de 1970 hizo que fueran a entrenarse muchísimas chicas que iban desde cualquier punto de Madrid, según recordaba Rafael Muga. También Muga fue el encargado de reunir a la primera selección española femenina, que se estrenó en La Condomina, en Murcia, pero sin himno ni escudo en el pecho porque no estaban reconocidas. Por cierto, Manuel Cerezuela, presidente de la federación murciana, se puso a las puertas del estadio para impedir que la gente pasara a presenciar el partido. La vida es imparable, y el 5 de mayo de 1971 se produjo una reunión en Madrid de representantes de cuarenta equipos de toda España. Ahí empezó un larguísimo camino.

UN LARGO RECORRIDO HASTA LLEGAR A LA FINAL DE SIDNEY

El 21 de octubre de 1980, siendo Iñigo Cavero, de UCD, ministro de Cultura y Deportes, se admitió la realidad, y quedó admitido el fútbol femenino en la Federación Española. Aún tuvieron que pasar dos años para que disputaran su primer partido internacional, el 5 de febrero de 1983, frente a Portugal. Se perdió por 0 a 1, pero se ganó mucho. La Copa de la Reina comenzó a disputarse en 1983, y la Liga profesional en 1988, donde los equipos con más solera son los del FC Barcelona, Levante Unión Deportiva, Athletic Club de Bilbao y Atlético de Madrid. Treinta y cinco años después, el nivel es tan alto que van a disputar la final del Mundial de Fútbol en Australia.