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Congreso Internacional de la Lengua Española

Los «freestylers» reclaman a Quevedo como «el poeta más batallero»

Los raperos, que se declaran «protildistas», participan en el Congreso Internacional de la Lengua Española, y han pedido a la RAE que admita en el diccionario «fristail»

Los "freestylers" se declaran "protildistas" en el Congreso de la Lengua
Los "freestylers" se declaran "protildistas" en el Congreso de la LenguaLa Razón

Se declaran «protilde», herederos de la trova tradicional y creadores «de un lenguaje universal». Son «freestylers». Sus nombres son Queen Mary, DJ Verse y Mnak, y los tres consideran que Francisco de Quevedo «no es el poeta más rapero, pero es el más batallero, sobre todo por su forma de insultar. Su relación con Góngora es la primera batalla de gallos de la historia». En el IX Congreso Internacional de la Lengua Española, un mundo de académicos y academicismos, de mucho diccionario y minuciosidad lingüística, han irrumpido estos juglares de lo urbano que han traído consigo la jerga libre, desahogada y popular que suele menudear en las plazas.

Junto a Blon y NikiDMT, impartirán un taller de rap organizado por Red Bull y meterán una bocanada de aire fresco con una pelea dialéctica, de esas que devuelven a la calle la rima culta con imágenes ingeniosas y el habla rápida que da el vecindario. «Nuestra herramienta principal es la palabra. Utilizamos el dinamismo de la lengua. Aprovechamos el léxico del diccionario, las figuras literarias y narrativas al máximo. Pero no hemos inventado nada nuevo. Solo son batallas dialécticas, las que inventaron otros en la trova», comenta Mnak, un gallo con veinticinco tacos a las espaldas y tres poemarios encima, que le reclama/pide a la RAE, con el desparpajo de las personalidades desencorbatadas, de las que llevan las faldas de la camisa por encima del pantalón, que incluya en su diccionario «freestyle», pero no en inglés, que Mnak es licenciado en literatura comparada, sino ya españolizado, o sea, como «fristail». Ahí queda.

"Nosotros en las batallas creamos una ficción. No es una pelea real es una narración"

Mnak

DJ Verse, madrileño del 87, de nombre Guillermo Camacho Rodríguez, viene a reclamar su oficio y a apuntar, para que nadie ande metido en errores, que «todos los años añadimos palabras nuevas y ampliamos nuestro vocabulario con voces procedentes de otros países de América». Queen Mary, una «host» (presentadora) de primera, mete una reflexión: «Introducimos el lenguaje de la actualidad, no solo del nuestro, sino también del que procede de Perú, Argentina, Costa Rica... es el lenguaje coloquial que se usa en nuestro país y todos en los demás». Así lo hacen, aunque siempre evitando incómodas polisemias, sobre todo cuando entran a competir en terreno hispanoamericano. Mnak, que lee a Dostoyevski, Kafka, Balzac y Baudelaire, aunque asegura que a él no le gustan los malditos, va un paso más allá: «No nos quedamos solo en las aliteraciones y otros recursos. Nosotros, en las batallas, creamos una ficción. No es una pelea real. Es una narración. Para eso debemos estar al tanto de la actualidad, de las noticias, de lo que ha pasado en el fútbol, en la política, en España o fuera de ella».

Techo de cristal

Queen Mary, sonriente, explica que «en las batallas se mezclan y compiten palabras procedentes de todas partes. Nos estamos acostumbrando constantemente a un nuevo lenguaje, más universal, más validado por todos, Y esto es motivo de celebración». Ella es una mujer en un espacio de hombres. Ella misma reconoce que «sí ha habido un avance de las mujeres en este espacio musical, pero que tampoco se acaba de romper el techo de cristal que existe por diversos motivos. Uno de ellos es que el público todavía se ensaña con las mujeres que intentan entrar en este ambiente, sobre todo en las redes sociales». Su compañero Mnak, que junto a Queen Mary, DJ Verse, Blon y Niki DMT, forman parte de la primera élite de las pelea de gallos, le da la razón y afirma que «sucede igual que en el fútbol, que es un ambiente un poco machista, pero es que hay sectores de la sociedad que todavía lo son».

DJ Verse explica que ellos cantan, pero también actúan (les gusta romper la pared del espectador), y da una lección al aclarar que en el hip hop americano, los cantantes afroamericanos lucen cadenas de oro en alusión a la esclavitud y a que ya se han liberado; y que ellos, en España, llevan ropas con logos de marcas caras en alusión a los chavales de barrio que birlaban estas prendas para igualarse a los pijos que han tenido la fortuna de nacer favorecidos por la suerte. También apunta que hay que romper estereotipos con ellos, que el insulto ya no se gasta y que eso de reírse de los defectos físicos es ya una broma vieja, algo que ya nadie usa y que quedó allá, como por 2005 o así. Su guerra ahora es «argumental», y, como aseguran todos ellos, «dar la opinión sin tener que pelarse es todo un avance de la civilización».