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Arte

La fuerza arrebatada de José Manuel Ciria llega a las galerías madrileñas

El pintor será objeto de una retrospectiva de sus trabajos neoyorquinos y una exposición permanente en la capital

«Posible racionalidad. Serie Memoria Abstracta», un óleo y aluminio sobre lienzo que Ciria pintó en 2010
«Posible racionalidad. Serie Memoria Abstracta», un óleo y aluminio sobre lienzo que Ciria pintó en 2010FUNDACIÓN CIRIA

Hay algo de espasmódico en los cuadros, como si una violencia intrínseca a los trazos recorriera el color hasta estamparlo con velocidad sobre el lienzo. Se trata de un impacto súbito, como una especie de expresión genuina de brillantez como para anotar algo a vuelapluma. Pero es algo que, a la vez, se sostiene en el tiempo, como dando fe de un estilo y una voz propias, una impresión efímera que sirve como firma. Así es el trabajo del pintor José Manuel Ciria, que durante años viene destacándose como uno de los artistas más importantes del contemporáneo español y que, ahora, llega a Madrid con una exposición organizada en dos fases, en dos lugares distintos.

Bajo el título “The New York Paintings”, los trabajos de Ciria pintados en Manhattan y exhibidos allí por primera vez hace ya dos décadas, llegarán a partir del 13 de septiembre al Museo La Neomudejar, en Madrid. Esta parte de la muestra, que se podrá visitar hasta el 12 de noviembre, recoge los cuadros creados entre 2005 y 2012, años en los que el autor vivió en la Gran Manzana. Y es en esta serie, una de las más cotizadas de toda su colección, donde Ciria regresa en cierta medida a sus trabajos más primigenios, volcándose de nuevo en los elementos geométricos y en su encaje repetitivo en patrones, como intentando asimilar su obra a lo matemático. De ahí también la elección de los formatos, siempre de gran tamaño, que llenarán por completo la galería madrileña y que dan buena fe de su experimentación en tierras americanas.

Una aventura personal

Precisamente a este período pertenece la serie Memoria Abstracta, poliédrica y, de nuevo, violenta en su composición y en su paleta, “ensangrentando” el encaje de blancos y negros para que el gris ajedrezado enaltezca la composición. A medio camino entre el expresionismo abstracto y algo más pop, el trabajo aquí de Ciria está como imbuido por las tendencias cosmopolitas propias de Nueva York y por algo, también, de ese diseño práctico propio de principios de siglo, el mismo que luego se instalaría en la moda de Marc Jacobs.

Ciria, siempre crítico para con el estado del arte moderno, y que ha criticado en este mismo diario a ferias como ARCO por no aceptar su labor de mercado, también ha señalado en numerosas ocasiones la falta de apoyo de las grandes pinacotecas a los artistas contemporáneos. “Los que sacamos el cuello fuera de España es por aventuras personales”, llegó a afirmar. “En Nueva York, manteniendo mi lenguaje, descubrí nuevas pautas para mi trabajo: aquello de desandar el camino y volver a la estructura, al dibujo, a la línea. Casi cada año, aparecía una nueva serie, además de terminar de desarrollar mi segunda plataforma teórica y abrir las puertas a la tercera”, explicaba a LA RAZÓN en 2018.

Pero no queda en el esfuerzo neoyorquino el desembarco de Ciria en Madrid ya que, a partir del 20 de septiembre, en Zapadores Ciudad del Arte Museo Siglo XXI, en el barrio de Fuencarral, se instalará una muestra permanente dedicada al autor. Agrupados en el título “Mestizajes conceptuales”, hasta veinte años de producción pictórica llegarán a la sala, correspondientes al período entre 1998 y 2018 del autor. Se trata de una especie de mezcolanza ideológica, con retales de varias fases y obras que pudieron ser una serie pero terminaron teniendo su propio peso unitario. Tras la inauguración, las obras que ya son propiedad de la colección del centro Zapadores, quedarán expuestas sine die, arropadas por la edición de un catálogo conjunto, patrocinado por la Fundación Ciria, Gilmar y Zalacaín.