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Galdós: Más allá de "Don Benito el garbancero"

Hasta el 26 de febrero, la BNE presenta en una exposición la aportación intelectual del autor.

El 23 de diciembre de 1894 la revista semanal «Madrid Cómico» publicó una caricatura de Benito Pérez Galdós
El 23 de diciembre de 1894 la revista semanal «Madrid Cómico» publicó una caricatura de Benito Pérez Galdóslarazon

Hasta el 26 de febrero, la BNE presenta en una exposición la aportación intelectual del autor.

Poco tiene que ver el apodo que Ramón Valle-Inclán le puso a Benito Pérez Galdós si se tiene en cuenta su amplia aportación intelectual y cultural. El autor de «Luces de bohemia» se refirió en dicha obra a Galdós como el «Garbancero», considerándole un escritor vulgar y confiriéndole unas características despectivas que no hacen justicia a su extensa obra. Así lo han destacado Germán Gullón y Marta Sanz, comisarios de la exposición «Benito Pérez Galdós. La verdad humana» que, hasta el 26 de febrero y más allá de los rifirrafes entre ambos autores, buscará reflejar la figura completa y universal de quien escribió «Fortunata y Jacinta». La muestra que acoge la Biblioteca Nacional de España (Madrid) recoge «a todo Galdós», ha apuntado Gullón, «no solo al extraordinario narrador, sino también al periodista, al coleccionista de arte, al estupendo ensayista político y al que fue considerado el dramaturgo más importante de su época». Para ello, en las salas se distribuyen más de 200 piezas entre manuscritos, libros impresos, esculturas, grabados, lienzos –algunos pintados por el mismo Galdós– y hasta un piano.

De principio a fin

El motivo de esta exposición es el aniversario de su muerte: el 4 de enero de 1920 fueron 30.000 los españoles que se acercaron a la capilla ardiente a despedirse del autor. Ésta fue una señal evidente de cuán fue la importancia de Galdós en la historia de nuestras letras. El autor retrató a las personas de su época en su faceta más verdadera, real y humana. Todo ello, «en sintonía con su cotemporaneidad y sin renunciar a la herencia literaria del Siglo de Oro, muy especialmente a la del universal personaje cervantino, Don Quijote de la Mancha, cuyo poder de imaginación podía doblegar las preocupaciones materiales», explican los comisarios en las primeras páginas del catálogo.

La muestra, organizada en la BNE en colaboración con el Gobierno de Canarias, Acción Cultural Española y el Ministerio de Cultura, refleja de principio a fin la figura del escritor. A Galdós como «canario de nacimiento y madrileño de adopción», así como al que escribió obras como «Tristana» y «Tormento» y al que influyó en la política de la época. Y es que la ideología liberal del escritor que forjó durante sus años de periodista –trabajó en «El debate» y «La revista de España», entre otros– se desarrolló de tal manera que Galdós militó en el partido de Sagasta, así como en 1910 estuvo, junto al doctor Esquerdo y Pablo Iglesias, en la lista de la Conjunción Republicano-Socialista. Todo lo recogió en sus textos, tanto sus ideas como sus pasiones, de tal manera que, como reza uno de los carteles de la muestra, cada rasgo auténtico de Galdós –que hoy día emocionan a cualquier lector– «conforma el ADN básico del ser humano».