España

Buena barra castiza

Bodegas Ricla es un auténtico tesoro de la gastronomía madrileña

José Antonio y Emilio Lage, en el establecimiento centenario
José Antonio y Emilio Lage, en el establecimiento centenariolarazon

Caminar por el Madrid castizo y hacerse un hueco en las tabernas centenarias es una costumbre que no deberíamos perder. Los aromas de siempre salen a la calle para invitar al comensal a degustar los platos de siempre, recetas tradicionales que han servido de base a los maestros de los fogones para lanzarse a la vanguardia que lidera el panorama culinario internacional.

Bodegas Ricla es un local entrañable y acogedor fundado en 1867, año en el que sus fundadores deciden dejar Ricla para instalarse en la capital y hacer de este rincón una pequeña casa de Aragón. Años después, en 1919, es su hijo quien hereda la casa y en 1974 Emilio Lage comienza a trabajar tras la pequeña barra para nueve años después dirigirlo sus vástagos.

Parada imprescindible

Así nos lo cuenta Emilio Lage hijo quien, junto a su hermano José Antonio, ha hecho de esta taberna una parada imprescindible, tanto de los vecinos del barrio, convertidos en clientes fieles, como de viajeros, que buscan conocer rincones auténticos del Madrid antiguo, rastreadores de la esencia de locales como Ricla, que aún conserva las tinajas donde se servía antaño el vino.

Ana María Esteban es el alma culinaria del lugar y la creadora de los ya famosos callos, cuyo único secreto es elaborarlos lentamente y con una gran dosis de cariño. Un plato madrileño que Emilio aconseja disfrutar con una copa de Condado de Oriza Roble, un Ribera del Duero, elaborado con 100 % Tinta del País en la bodega Pagos del Rey, que entusiasma a sus comensales habituales: «Resulta perfecto para chatear y para acompañar este plato castizo tanto en invierno, porque posee un cuerpo potente ideal para las temperaturas frías, como en verano, al ser un ejemplar afrutado y agradable», dice. Asimismo, armoniza muy bien con el resto de platos del día, como las ricas albóndigas, los sabrosos judiones de La Granja, las sobresalientes fabes con almejas, las lentejas o los garbanzos con calamares. «También con los quesos. Con el cabrales, a la sidra o con anchoas, porque, al ser afrutado, limpia el paladar e invita a seguir comiendo y bebiendo, y con los frescos», añade. Entre las tapas, destacan el bacalao en aceite, los boquerones en vinagre, las anchoas y los pepinillos, un aperitivo tan castizo como el aroma que se respira en el establecimiento. No falta la cecina de León ni la berenjena de Almagro en escabeche rellena de pimientos rojos, ni las conservas (el bonito del norte de Ortiz, los mejillones en escabeche de Frinsa...). Una barra para no perder de vista.

dirección: c/ Cuchilleros, nº 6.

tel.: 91 365 20 69.

plato estrella: los callos a la madrileña.

Precio medio: 15 euros.

Días de cierre: martes y domingo tarde.

Prestaciones: no admite tarjetas.

- La bodega

En pleno corazón de la Ribera del Duero se encuentra la bodega Pagos del Rey ubicada en la localidad burgalesa Olmedillo de Roa. Fundada en 2002, es hoy una de las bodegas más representativas de la Ribera del Duero. Su enclave, en una de las zonas vitivinícolas más prestigiosas de España, hace posible la elaboración de vinos con personalidad como Condado de Oriza. Los viñedos perfectamente alineados en verde y ocre, dibujan en el horizonte un agradable paisaje dorado por el sol mesetario. La bodega goza de un aspecto moderno, en un paisaje iluminado que da paso a la oscuridad del atardecer en la nave de crianza en la que reposan sus vinos.

- El vino

Condado de Oriza nace en la bodega Pagos del Rey, en Olmedillo de Roa, un enclave único donde se encuentra la variedad autóctona de la zona: Tinta del País. Para su elaboración, la selección previa y mimada de las uvas en la recolección es clave. Es el reposo en la barrica de roble americano durante 6 meses, lo que le aportará las características que lo harán único a la hora de disfrutarlo. De color picota violáceo con destellos granates y aroma potente a fruta en nariz, así como algún toque floral y elegantes notas minerales. El tostado fino del buen roble con toques a café y chocolate se deja adivinar muy fácilmente en la copa. Su paso por boca no deja indiferente, gracias a una rica expresión de fruta con taninos cremosos y un sabor duradero que te invita a repetir después del primer trago.

- Ficha

Nombre: Condado de Oriza Roble.

Bodegas: Pagos del Rey.

D. O: Ribera del Duero. Variedades de uva:

100% Tinta del País.