Barcelona

El sabor de salir por la puerta grande

Un triunfo en Las Ventas de José María Manzanares sabe a la intensidad del cocido madrileño y al amargo del café para el triestrellado chef Quique Dacosta

Un triunfo en Las Ventas de José María Manzanares sabe a la intensidad del cocido madrileño y al amargo del café para el triestrellado chef Quique Dacosta. Ambos se han unido hoy para divulgar la tauromaquia y la gastronomía como dos puntales de la cultura española.

Torero y cocinero comparten el empeño de innovar en sus respectivas profesiones, además de una amistad que comenzó hace cinco años por mediación del cantante Alejandro Sanz, y ambos se han sentado hoy en torno a una mesa concebida como ruedo en Quique Dacosta Restaurante (Dénia, Alicante) para lidiar los retos que afrontan en la actualidad ambos sectores.

"Lo importante es divulgar. El toreo y la gastronomía tienen una necesidad imperiosa de divulgarse", ha afirmado hoy el cocinero, que ayer disfrutó de las faenas que abrieron la puerta grande de la plaza de toros de Valencia a Manzanares en su debut en la Feria de Fallas y que hoy le ha regalado un menú inspirado en sus triunfos -de Barcelona a Ciudad de México- en el I Encuentro Gastrotaurino.

El diestro alicantino está dispuesto a modernizar el mundo taurino y abrirlo a nuevos públicos sin alterar la verdad que busca transmitir desde el ruedo. "La barrera es que el profesional del toreo no se comprometa a divulgar el mundo del toro. Es una tarea que todos los profesionales debemos llevar a cabo porque es una asignatura pendiente", ha dicho.

Manzanares se ha puesto a la faena. Fue uno de los toreros pioneros en utilizar las redes sociales, se ha asociado con Globomedia para cuestiones de comunicación e imagen y está dispuesto a dinamizar un mundo que encuentra anquilosado con acciones como este coloquio con su amigo Dacosta.

Porque opina que en el mundo taurino ha habido "poca preocupación"por acercarlo a la sociedad y se ha "desatendido a la afición", Manzanares quiere transmitir los entresijos de su profesión, desde la preparación física y mental diaria a la liturgia del albero, pasando por la vida de los astados. "No se trata de cambiar lo que ocurre entre toro y torero, sino de hacer afición".

Quien no entienda el arte que encierra una corrida de toros no puede apreciarla, apunta el torero, que se ha propuesto ser "vanguardista"para que la transmisión de emociones que busca en cada faena llegue al mayor público posible.

Además quiere acabar con la "homogeneización"que, a su entender, padecía en los últimos años el mundo taurino después de décadas de personalidades "muy marcadas, como las de El Viti, Antonio Ordóñez o Paco Camino". "Faltaba personalidad porque se fue buscando más agradar al público que expresar lo que tú sentías".

De esa labor divulgativa y de mantener una identidad propia sabe mucho Quique Dacosta. El chef de origen extremeño afincado en Valencia recuerda que parte del éxito de la gastronomía española consiste en "la comunicación entre disciplinas, el intercambio de recetas, el compromiso de promover la información para que la gente entienda el oficio y mantener una interacción real con el cliente".

Gracias a un trabajo de décadas, la coquinaria patria goza de prestigio, dentro y fuera de España. Y ha dado el salto masivo a la televisión con concursos que a Dacosta le parecen bien "siempre que se hagan con respeto y cariño", algo que encuentra en "Top Chef"y "MasterChef"porque tienen como jurados a cocineros que "viven la cocina con pasión y la respetan".

Manzanares encuentra en cambio que en la televisión faltan programas "que divulguen e informen"sobre la tauromaquia, al estilo de "Toros para todos", un espacio de Canal Sur (Andalucía) que encuentra "estupendo"porque se dirige a todos los públicos, desde el profesional al neófito.

Ambos comparten profesiones sacrificadas, se enfrentan a "gente cerrada a vivir experiencias y al escepticismo como gran enemigo de la cultura", se consideran competitivos, inconformistas y en continúa evolución. Y se profesan admiración mutua.

"Yo de José María admiro su talento, su tenacidad, su calidad humana, su valentía y su compromiso con su oficio. Si me pongo escribo su biografía no autorizada", dice el chef. "Yo de Quique su sensibilidad para saber captar todo en la vida, su esfuerzo y su compromiso", le devuelve el quite el torero.

Ambos han demostrado que gastronomía y tauromaquia tienen mucho en común -acudir a un restaurante de alta cocina y a una corrida exige estar dispuesto a vivir "una experiencia sensorial"- y Dacosta se ha encargado de darle forma con seis "tercios"que han plasmado el sabor de los triunfos de Manzanares, de la dehesa y del propio toro, como el carpaccio de corazón con jugo de estofado de rabo.

Sabores de éxitos porque los del miedo y la muerte que acechan cada tarde "no serían agradables", reconoce Dacosta.