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Música clásica

Glyndebourne, el festival de los smokings

Es una de las citas más exquisitas de la temporada europea. En la campiña de Sussex ópera y sofisticación van juntas

Una imagen de «The Rake’s Progress», que subirá a escena en agosto
Una imagen de «The Rake’s Progress», que subirá a escena en agostoLa Razón

Hay algunos festivales de ópera de verano a los que un verdadero amante de la ópera tiene que peregrinar, como si de una religión se tratara, para alcanzar el hipotético Walhalla.

Estos son el de Aix-en-Provence, el de Glyndebourne, el de Salzburgo y por último el más importante en la ascensión a los cielos wagnerianos, el Festival de Bayreuth. Sin emabargo, el de la programación más completa es probablemente el de Munich.

Fundado en 1934 por John Christie y su mujer, la cantante de ópera Audrey Mildmay, el Festival de Glyndebourne sigue una tradición incombustible a lo largo de los años contando con la dirección de los descendientes de sus fundadores y manteniéndose sin necesidad del dinero del Estado. No lejos de Londres, y en medio de un entorno bucólico (césped, cesta, pícnic y billete de tren a Londres incluidos), Glyndebourne atesora un ambiente entrañable.

El matrimonio tuvo la gran suerte de conocer durante su luna de miel a Fritz Busch y Carl Ebert en Alemania. Más tarde ambos saldrían huyendo del régimen nazi y encontraron su casa en este festival. Con semejantes maestros nació lo que es hoy este imperdible evento de verano. A ellos les siguieron como directores musicales Vittorio Gui, John Pritchard, Bernard Haitink y Andre Davis.

Los primeros años fueron dedicados exclusivamente a la figura de Mozart, para más tarde ampliar el repertorio a Britten, Verdi, Rossini, hasta llegar a prácticamente todos los compositores.

Por su escenario han pasado todos los grandes artistas de la mitad del siglo pasado, la mayoría, como en el caso de Aix-en-Provence, hacían allí sus primeros pinitos, gracias a los cuales eran catapultados en seguida al resto de los Teatros de Ópera con mayúsculas. Entre otras figuras, nuestras Montserrat Caballé y Teresa Berganza.

De lujo

Pero Glyndebourne no sólo está creado para asistir a la ópera. Como en el resto de los teatros puedes tomarte una copa en los intervalos cortos, pero es en los largos (90 minutos) donde se puede saborear la tradición británica: puedes elegir entre cenar en unos de sus tres maravillosos restaurantes o encargar un picnic con champán en los jardines (se aconseja lo segundo) y, en el colmo de los lujos reservar, por 25 libras más, a un camarero particular que te lleve la cesta, te prepare la manta y te recoja todo cuando termines.

En fin, cosas maravillosas y adorables que hacer en una tarde de verano en la campiña de Sussex… además de, por supuesto, ¡disfrutar de la ópera! Es el festival en el que se inspiró el hoy malogrado de San Lorenzo de El Escorial cuando se construyó el teatro-auditorio.

El teatro original, construido a un lado de la casa, fue ampliado y mejorado en varias ocasiones, y en los primeros años noventa ya incluía un complejo de restaurantes, camerinos y otras instalaciones. En 1992 se ofreció la última presentación en el viejo teatro, y en 1994 se inauguró uno nuevo con capacidad para 1.200 personas, construido gracias a donaciones públicas, con un costo de alrededor de 34 millones de libras esterlinas.

Una cancelación

El 19 de mayo dio comienzo la presente edición del Festival de Glyndebourne, que ha presentado un cartel compuesto por 6 títulos líricos. El diario inglés «The Daily Telegraph» compartió un comunicado del Festival en el que se anunciaba la cancelación de Danielle de Niese en la producción de Diálogos de Carmelitas de Poulenc por un «compromiso conflictivo, una oportunidad inesperada que De Niese no ha podido rechazar». Esta oportunidad, se ha desvelado ahora, es la representación de «Aspects of Love» de Andrew Lloyd Webber en el West End de Londres. Será su sustituta como Blanche de la Force Sally Matthews.

El festival se extiende hasta el 27 de agosto con las siguientes propuestas:

►Don Giovanni, Mozart (19 de mayo – 15 de julio). La pieza clásica del compositor de Salzburgo cuanta con la Dirección musical de Evan Rogister. Dirección escénica: Mariame Clément. Reparto: Andrey Zhilikhovsky / Andrei Bondarenko, Venera Gimadieva, Oleksiy Palchykov, Ruzan Mantashyan, Mikhail Timoshenko, Victoria Randem, Michael Mofidian, Jerzy Butryn

►L’elisir d’amore, Donizetti (20 de mayo – 9 de julio). Dirección musical: Ben Gernon. Dirección escénica: Annebel Arden. Reparto: Nardus Williams, Lipartir Avetisyan, Biagio Pizzuti, Renato Girolami

►Dialogues des Carmélites, Poulenc (10 de junio – 29 de julio). Dirección musical: Robin Ticciati. Dirección escénica: Barrie Kosky. Reparto: Paul Gay, Valentin Thill, Sally Matthews, Katarina Dalayman, Florie Valiquette, Karen Cargill, Golda Schultz, Fiona Kimm, Vincent Ordenneau, Theodore Platt

►A Midsummer Night’s Dream, Britten (1 de Julio – 22 de agosto). Dirección musical: Dalia Stasevska. Dirección escénica: Peter Hall. Reparto: Tim Mead, Liv Redpath / Soraya Mafi, Samuel Dale Johnson, Rachel Wilson, Caspar Singh, Lauren Fagan, Rosie Aldridge

►Semele, Händel (23 de julio – 26 de agosto). Dirección musical: Václav Luks. Dirección escénica: Adele Thomas. Reparto: Joèlle Harvey, Jennifer Johnston, Stuast Jackson, Samuel Mariño, Stephanie Wake-Edwards

►The Rake’s Progress, Stravinski (4 – 27 de agosto). Dirección musical: Robin Ticciati. Escénica: John Cox. Reparto: Louise Alder, Thomas Atkins, Sam Carl, Carole Wilson, Alisa Kolosova, Rupert Charlesworth