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Arte

Goya y Caravaggio de la mano en los museos Capitolini de Roma

El legado de Caravaggio en el arte barroco italiano pudo haber influido indirectamente en Goya durante su estancia en Italia. La manera en que ambos han sido un referente para generaciones posteriores también es un punto de conexión interesante y así se pueden apreciar en la exposición "Verità e Ribellione" - Verdad y Rebelión en los Museos Capitolini de Roma.

En esta ocasión en uno de los muros de la Sala Santa Petronilla de la Pinacoteca Capitolina, "El Quitasol" de Goya y la pieza de Caravaggio "Buona Ventura" se exhiben uno al lado del otro. Un evento inédito.

Caravaggio es conocido por su técnica del tenebrismo, un uso dramático del claro oscuro que resalta las figuras mediante contrastes fuertes de luz y sombra. Goya, en algunas de sus obras, adopta un enfoque similar, aunque menos extremo, que enfatiza la iluminación y crea atmósferas intensas y emocionales. Tanto Caravaggio como Goya se destacaron por su enfoque realista. Caravaggio es famoso por representar figuras humanas con realismo crudo, sin idealizar. Goya también optó por un realismo que no solo reflejaba la apariencia física, sino también la psicología de sus sujetos. Caravaggio rompió con las convenciones del arte de su época, introduciendo un naturalismo revolucionario y una interpretación personal de temas religiosos y mitológicos. Goya, por su parte, es considerado un precursor del arte moderno por su estilo único y su enfoque a menudo crítico de la sociedad.

EL QUITASOL de Francisco de Goya y Lucientes

IL PARASOLE(Título con el que se exhibe el cuadro de Goya) es una obra preciosa para admirar con detenimiento porque además de su belleza, la hace especial su perspectiva nada común: de abajo hacia arriba porque al parecer la pieza estaba destinada a ser colocada en una pared ubicada arriba de una ventana.

Pero esta pieza no está sola, porque han querido mostrarla junto a “La buona ventura” de Caravaggio (1597) en la muestra titulada "Verità e Ribellione"-“Verdad y rebelión” para resaltar como los dos maestros fueron los grandes intérpretes de la sociedad de aquel tiempo introduciendo un lenguaje figurativo que fue revolucionario como estilo y como iconografía.

Las dos piezas las realizaron en su plena juventud. En las dos aparecen un hombre y una mujer en una escena de la vida cotidiana de la sociedad contemporánea. Les separan 180 años pero las dos anuncian el pasaje a una nueva época. Si Caravaggio pudo ser considerado el primer pintor moderno, Goya a su vez fue el primero de los románticos que abrió el camino hacia el arte contemporáneo.

Seguramente os acordaréis de la muestra que el Museo del Prado acogió del 29 de marzo hasta el 9 de Julio del año pasado del artista Guido Reni y una de sus piezas "L’Anima Beata”. El hecho de que este valiosísimo cuadro de Goya esté durante este periodo expuesto en los museos de la capital italiana, es el resultado del intercambio cultural realizado entre la Sobreintendencia Capitolina de Roma y el Museo Nacional del Prado.

El Quitasol de Goya es una de las piezas que Goya creó para decorar el comedor del Palacio del Pardo de Madrid siendo en aquel momento la residencia de caza de los Príncipes de Asturias, el futuro rey Carlos IV y su esposa María Luisa de Parma. Esta pintura aparentemente tiene influencia de las obras de Tiepolo y de la pintura francesa. Los efectos de luz hacen recordar cuando Goya vivió en Roma (1770-1771) y frecuentó la Scuola del Nudo in Campidoglio. 

La obra que acompaña en esta muestra la pieza de Goya, creada por Michelangelo Merisi da Caravaggio (Buona Ventura) (1597) un óleo sobre tela, es una de las primeras piezas creadas por el artista que aporta muchas novedades, representando una escena cotidiana en un día cualquiera en una de las plazas de Roma. Aparece una mujer gitana y un joven caballero, modelos vivos que visten ropa contemporánea. La escena es especial pues la mujer coge la mano del chico mirándolo de manera persuasiva con un gesto que expresa el deseo de leerle la mano.

Tal como se comentó en la presentación de las piezas: “Es muy difícil admirar juntas dos grandes obras de estos dos grandes artistas en el mismo espacio y tiempo”

Las curadoras de la muestra son Federica Papi e Chiara Smeraldi.

Los museos Capitolini se fundaron en 1471 por iniciativa del Papa Sixto IV con donaciones de los habitantes de Roma tienen una historia fascinante y son considerados algunos de los museos públicos más antiguos del mundo. Este museo no solo sirve para acoger a los visitantes que están de paso por la capital italiana sino que también sirven como un centro educativo y de investigación para el estudio del arte y la historia romana.

La muestra se podrá visitar hasta el 25 de Febrero.