Los gulag, las otras cárceles rusas

La represión rusa tiene un lugar preferido: las poblaciones polares. La prisión IK-3, donde permanecía Navalni, se encuentra a casi 2.000 kilómetros al noreste de Moscú, justo encima del Círculo Polar Ártico, como informaba este diario en diciembre. Un emplazamiento conocido también por el sobrenombre de «Lobo polar» al estar rodeado de la fauna y los animales propios dela tundra. Nació en 1960, tiene capacidad para alrededor de unas 1.000 personas, no se superan los 10 grados en inviernos y las temperaturas que pueden marcar los termómetros son 28 grados bajo cero.

A lo largo de su historia, Rusia ha enviado a sitios como ese a cientos de presos de diferente tipo. Son los gulag, siglas de la expresión Dirección General de Campos y Colonias de Trabajo Correccional. Una institución muy apreciada por la NKVD y fue estaba formada por una red de campos de trabajos forzados cuyo eco llega hasta hoy. La fecha oficial de su creación fue el 25 de abril de 1930 y perduraron abiertos hasta 1960

Este sistema penal estaba compuesto por 427 campos y según se considera la tasa de mortalidad era altísima. Estaban vinculados a trabajos de distinto tipo: minería, construcción, vías férreas, canales, puentes. Los centros más grandes tenían capacidad para 25.000 prisioneros, mientras que los demás acogían alrededor de 5.000. Nadie conoce con exactitud el número de personas que perdieron la vida en ellos.

Los castigos para estos presos empezaban desde el principio. Eran desnudados, se les impedía dormir, los encerraban en habitaciones húmedas y se les daban palizas. Según un testigo, estos hombres podían ser aporreados, ser lanzados a «calabozos ardientes», en el que el calor producía mucha sed, o al «calabozo helado», que estaba provisto de un ventilador de aire muy frío. También se podían aplastar sus dedos para torturarles.

Los sitios más famosos fueron los que hubo alrededor del canal Moscú-Volga, la autopista Kolyma, un nombre que todavía despierta escalofríos en muchas personas y el Centro de Vorkutá que en los cincuenta albergó a 73.000 presos. La prisión IK-3 de hecho está levantada sobre un antiguo centro penitenciario de los gulag.