Sección patrocinada por sección patrocinada
Música

Música

HBO “desprestigia” a Michael Jackson

Es posible que el millonario y atormentado cantante, cuando eligió «Neverland», no estaba rindiendo tributo a la historia infantil sino a un deseo literal por el olvido y la impunidad.

Una imagen del polémico documental «Leaving Neverland»
Una imagen del polémico documental «Leaving Neverland»larazon

Es posible que el millonario y atormentado cantante, cuando eligió «Neverland», no estaba rindiendo tributo a la historia infantil sino a un deseo literal por el olvido y la impunidad.

Quizá cuando Michael Jackson puso nombre a su palacio de cristal no estaba pensando en «Peter Pan». Puede ser que el millonario y atormentado cantante, cuando eligió «Neverland», es decir, el País de Nunca Jamás, para bautizar su descomunal rancho, no estaba rindiendo tributo a la historia infantil sino a un deseo literal por el olvido y la impunidad. «Leaving Neverland» es el título del documental producido por la HBO en el que dos dos hombres, Wade Robson y James Safechuck, narran los abusos que sufrieron cuando eran niños de 7 y 10 años por parte del cantante y las consecuencias en sus vidas que aquellas supuestas vejaciones les produjeron.

Ambos denunciaron los hechos ante la justicia en 2013, pero el caso fue desestimado. Unos años más tarde han hablado ante las cámaras de la productora Channel 4 y HBO, quienes coproducen el filme que, tras su paso por el Festival de Sundance, está previsto que la cadena por cable norteamericana estrene en dos partes –dura cuatro horas– el 3 y el 4 de marzo. Ante las repercusiones del mismo, los herederos de Michel Jackson han reaccionado presentando una denuncia contra HBO pero no tanto porque el contenido del documental no sea veraz (aunque en público sí que han lamentado que los testimonios no sean «equilibrados» y estén llenos de «falsedades»), sino que la acción judicial se circunscribe a que la emisión de la película estaría rompiendo un acuerdo de «desprestigio» que firmó Jackson con la cadena en 1992 en virtud del cual la productora no podría «denigrar» al cantante en ningún momento en el futuro. A cambio, la cadena de cable obtuvo en su día los derechos de emisión de un concierto de Jackson en Bucarest.

La familia del cantante, que asegura que los protagonistas de la cinta «cambiaron repentinamente sus recuerdos cuatro años después de la muerte de Michael y demandaron a los herederos por cientos de millones de dólares tras haber sido desestimadas todas sus acciones judiciales», pide, a su vez, daños y perjuicios que podrían ascender a los 100 millones de dólares. A Michael Jackson, es sabido, le robaron su infancia y todos le vimos descender al abismo despojado de dignidad, adicto, frágil y esquivo. Sufrió las consecuencias de la crueldad de su padre pero su crueldad habría sido doble si él le robó a su vez la infancia a dos niños.

Quizá por eso eligió Neverland para su no hogar, y es posible que por la vergüenza tuviera que cubrirse el rostro ya desfigurado. No sabemos si los sedantes y anestésicos que tomaba eran para paliar el dolor físico o se trataba de detener su conciencia. Lo que parece claro es que ocurriera lo que ocurriera allí, no debería ser el país de nunca jamás sino del que se sepa toda la verdad.