Un tejón “encuentra” en Asturias más de 200 monedas romanas del siglo III d. C.
La cueva Cuesta, donde un tejón ayudó a desenterrar 209 monedas romanas antiguas, se encuentra en la región de Asturias.
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Es el mayor hallazgo de este tipo en una cueva española. 209 monedas romanas antiguas fueron encontradas en una cueva en Asturias como posible resultado de un tejón buscando algo para comer en la nieve tras el fenómeno meteorológico Filomena. Dejó alrededor de 90 monedas tiradas en el suelo frente a su guarida, donde las encontró Roberto García, un residente local. Llamó a los expertos en arqueología y en abril, el departamento de cultura de Asturias comenzó a realizar excavaciones en la cueva.
Las monedas de cobre y bronce datan de los siglos III al V d.C. Algunas fueron acuñadas en ciudades lejanas, como Constantinopla, Tesalónica, Arles, Lyon, Roma, Londres y Antioquía. Los expertos creen que los antiguos españoles podrían haber escondido el tesoro durante la invasión de los suevos, un pueblo germánico, en el año 409 d.C.
“Creemos que es un reflejo de la inestabilidad social y política que vino con la caída de Roma y la llegada de grupos de bárbaros al norte de España”, dijo Alfonso Fanjul Peraza, arqueólogo de la Universidad Autónoma de Madrid que dirigió la excavación, a CNN.
Entre los años 409 y 411, los pueblos germánicos de los vándalos y los suevos, al igual que los alanos iraníes, emigraron a la Península Ibérica a través de los Pirineos después de haber conquistado ya la provincia galo-romana de la Galia. Al ver que las fuerzas del Imperio Romano de Occidente eran incapaces de responder con eficacia a las nuevas amenazas debido a los levantamientos locales encabezados por Máximo de Hispania y Geroncio, las tribus germánicas vieron la oportunidad de invadir la península, comenzando el período de la invasión germánica de Iberia.
Las monedas se están limpiando y conservando antes de ser expuestas en el Museo Arqueológico de Asturias, y se planean más excavaciones en el sitio, ya que los expertos creen que pueden ser parte de un tesoro más grande. “Queremos saber”, dijo Fanjul Peraza a El País, “si fue un escondite único, o si había un grupo de humanos viviendo allí”.